Para alguien que nació y creció en la ciudad, la sangre, el sacrificio y la faena no tienen el mismo significado que para una persona de campo. En la ciudad la forma de ver el alimento es distinta. En el campo, no se desperdicie nada, todo tiene un ciclo. En el campo se aprende que al animal se le cuida, se le alimenta y se le respeta. Incluso después de su sacrificio. El animal es lo que come, es su entorno y la crianza que tiene. Y nosotros los humanos somos lo que comemos, nuestra alimentación determina nuestra salud y nuestras capacidades. A los animales les pasa lo mismo.
Cuando se trata de embutidos y charcutería, se requiere mucho más que una fórmula para elaborar un producto de calidad. Hay que conservar las carnes con sabiduría, cultura y aprecio por el producto. Humberto Gamarra, más conocido como Tito, creador de Al Corte, tiene más de 12 años trabajando en la charcutería artesanal. De padre carnicero y charcutero, siempre estuvo zambullido en este mundo de carnes y tripas que lo enamoró desde el primer día. Con ganas de seguir aprendiendo, Tito viajó a estudiar a Buenos Aires y a Santiago de Chile, retornó a nuestro país y puso su propia planta de producción. Porque aprendió que el mundo de la charcutería es mucho más que amasar la carne y grasa picada con sal y especias y embutirla en una tripa para luego dejarla madurar en un espacio fresco y seco.
Con el tiempo y muchas pruebas, ha logrado elaborar productos de alta calidad que vende y distribuye a los mejores restaurantes, como el Charrua o la Tranquera, y al público local que busca calidad por encima de todo. Selecciona las mejores carnes de los productores más destacados de la ciudad. Para los chorizos utiliza un recorte premium especial de cerdo, tanto de pierna como de brazuelo.
Si bien el Perú no es un país de tradición parrillera, cada año los amantes de esta disciplina aprenden más y buscan siempre los mejores productos, es por ello que en Al Corte la calidad no se negocia. Carnes y embutidos artesanales cosidos a mano, sin preservantes ni colorantes y ensamblados en una embutidora manual, no automática, siendo el proceso controlado en su totalidad. Utilizando los mejores insumos del mercado, una amplia variedad que incluye chorizos de sabores como el de tomates secos, mozzarella y albahaca, carne Angus 100% o el tradicional parrillero, hecho 100% de carne de cerdo, el chorizo de maple y tocino ahumado, o el de pechuga pollo con tomates secos y queso parmesano, entre otros. Ofrecen también una chistorra que no tiene nada que envidiar a sus similares en Europa. Sin duda un paraíso para los amantes del buen producto parrillero, un viaje a lo profundo de la materia prima, la historia y la técnica que hace de los productos de Al Corte, de los mejores de la ciudad.