Recientemente asistí al Salon du Chocolat efectuado en París, uno de los encuentros de este tipo más grandes del mundo, que desde hace algunos años ha establecido un circuito bajo el mismo nombre y concepto en diversas ciudades y países, al que Perú se sumó en 2023. Durante meses hubo señales que la participación del chocolate peruano sería destacada.

Esta edición agrupó 230 expositores entre chocolateros y pasteleros de 38 países, de los cuales 15 son productores de cacao. Un espacio de dos plantas con una extensión de 20 mil metros cuadrados, en la Puerta de Versalles. En este caso, el primer piso dedicado casi por completo a productores de chocolate bean to bar de los cinco continentes. En medio de este espacio una columna alta, roja y blanca, bien iluminada con fotos de la Amazonía peruana, productores y cacaos, con la marca Perú bien dispuesta. Imposible no verla desde cualquier lugar de la sala. Alrededor de ella 15 marcas de chocolates de casi todas las regiones productoras de cacao de Perú.

¿Cómo llegar a París?

Asistir a este evento se traduce en un esfuerzo enorme para cualquier emprendedor del chocolate, que en líneas generales no es una empresa tan rentable. Sí, cuesta creerlo, pero por lo menos en Perú, pocas marcas pueden sostenerse económicamente solo fabricando tabletas.

Además, París es una ciudad costosa y si bien PromPerú asume las gestiones y gastos del espacio, el resto corre por cuenta de cada uno. Aquí entran en juego el apoyo de ONG, gobiernos regionales o instituciones públicas y privadas con los recursos necesarios. Solo una de las marcas consultadas asumió sus gastos. Pero bien vale, darle ese apoyo a los emprendedores, y un buen ejemplo fue el gobierno regional de Huánuco.

En el mismo Salon du Chocolat, la Agencia de Valorización de productos Agrícolas (AVPA), que organiza un concurso internacional para países productores de cacao, premió con 23 medallas a marcas peruanas de distintas regiones, un aval más del buen trabajo que se viene haciendo.

En líneas generales, la participación de Perú fue buena, no es la primera vez que lo hace, pero este era un año especial. Las marcas presentes hicieron un gran trabajo de promoción. Sin embargo, creo que nos quedamos cortos, faltaron regiones, tipos de cacao, mostrar lo que nos hace fuertes; esa maravillosa gama de perfiles sensoriales, porque el cacao peruano no se puede resumir en un solo olor o sabor. Bien valdría plantearse para el año que viene algún sistema que permita a un mayor número de marcas con propuesta innovadoras participar. Esto enriquecería más el espacio que representa a Perú.

Dos premisas sobre las que no hay dudas: el cacao peruano es de altísima calidad y en Perú se elaboran chocolates que le rinden honor. Pero el florecimiento y crecimiento de este sector, depende también del empeño de productores y emprendedores, y del apoyo que reciben que va desde entes públicos y privados, hasta las preferencias de los consumidores. Por lo pronto, felicidades por el trabajo realizado.