“La carnicería se mudó a un local más grande de Miraflores, y el espacio, luego de varias obras, ahora también alberga un acogedor restaurante de carnes...”, escribe Jimena Agois, periodista y fotógrafa gastronómica.
“La carnicería se mudó a un local más grande de Miraflores, y el espacio, luego de varias obras, ahora también alberga un acogedor restaurante de carnes...”, escribe Jimena Agois, periodista y fotógrafa gastronómica.

Aún tengo el recuerdo en la memoria: mi mamá llevándonos a comprar chorizos y morcillas a una pequeña carnicería cerca al mercado de Surco, en Jr. El Álamo, para la parrilla del fin de semana. “Son los mejores chorizos”, decía siempre mi papá, y sí que lo eran. Ese pequeño local aún está en mis recuerdos. Se mantuvo allí por mucho tiempo, ya que cuando nos mudamos a Miraflores, unos treinta años atrás, mi mamá aún hacía el recorrido hasta Surco religiosamente, solo para comprar los productos de Tito, esos que nunca podían faltar porque en Lima no existía, y creo que aún no existe, una morcilla como la suya.

Fue noticia en la familia cuando mudó la carnicería a Miraflores (por fin íbamos a estar más cerca), y hasta el día de hoy, es el lugar donde compramos chorizos, morcillas, longaniza y varios cortes de carne para las parrillas y otras preparaciones familiares, como la bolognesa que hace mi esposo durante cuatro horas y lleva la salchicha parrillera.

Este año cumplen 45 años. Debe ser por eso que siento que me han acompañado toda la vida, yo tengo 46. Abrieron sus puertas en 1980. Tito había trabajado desde los doce años en una carnicería del barrio que lo vio nacer. Allí aprendió de cortes, embutidos, recetas de siempre elaboradas con los mejores productos. La vida lo llevó a Nueva York, vendió todo y sin mirar atrás se fue del país. Terminó trabajando en una carnicería, de herencia italiana, donde aprendió de maquinaria y estandarización de productos, y donde se casó con una peruana.

Como buen argentino, llegó a Lima con la idea de traer al Perú los cortes de carne y ese sabor que tanto extrañaba de su tierra. Apasionado por su oficio, la carne bien tratada y la buena atención, abrió el pequeño espacio en Surco, y en poco tiempo supo ganarse el cariño de los visitantes, siempre atento en el mostrador.

Ahora quien está a cargo del negocio es su hijo Aldo, otro gran amante de la carne y las parrillas. Aún podemos saludar a Tito los días que visita el negocio y almuerza atento para saludar a sus clientes de siempre.

La carnicería se mudó a un local más grande a una cuadra del local original de Miraflores, y el espacio, luego de varias obras, ahora también alberga un acogedor restaurante de carnes.

El lugar sigue siendo en esencia una tienda. Uno llega, elije su corte de carne favorito o cerdo, chorizos, salsas y otras exquisiteces y se los lleva para preparar en casa, pero en el segundo piso del local de Miraflores, Aldo Milozzi, hijo de Tito, ha logrado hacer su sueño realidad y abrió un pequeño y acogedor lugar donde la parrilla argentina tradicional y sin pretensiones es el hilo conductor.

La carta incluye unas sabrosas empanadas de colita de cuadril argentino cortada a cuchillo, unas perfectas mollejas de res, su clásica longaniza, riñones o la provoleta: con queso italiano madurado, costra crocante y cremoso por dentro. Como en toda parrilla hay cortes de carne a elección, pero también palta a la brasa, tacos de cabeza de cerdo al kamado, su famosísima txistorra y un correcto tartar de lomo. Dentro de los especiales de la casa pueden probar la costilla Hereford ahumada, el lomo al trapo, perfumado con romero y vino, o el lomo a la sal. Hay también cortes de cerdo, aves y un par de platos marinos: pulpo a la parrilla y salmón con mantequilla clarificada y perfumada, espárragos, panceta curada y alcaparras.

Actualmente tienen el local de 28 de Julio en Miraflores, donde también está el restaurante; uno en Valle Hermoso, Surco y otro en Dos de Mayo, San Isidro que son sólo carnicerías. Pronto abrirán un segundo local en Miraflores, en Enrique Palacios, y acaban de cerrar un quinto local en Chacarilla que, no sólo será carnicería, sino también una barra de sánguches: milanesa, bondiola, chorizo, entre otros.

Locales como éste hay que celebrarlos, uno no cumple así no más cuarenta y cinco años; desde este espacio esperamos que vengan muchos más.

Tito y su hijo han llevado un paso más allá el arte de las carnes y las parrillas.

La Carnicería de Tito

@lacarniceriadetitoHorario CarniceríasMartes a Sábado: 10am-8pmDomingos: 10am-2pmHorario RestauranteLunes: 12:30-4pm y 6:30-10pmMartes a Sábado: 12:30-4pm y 7:00pm-10pmDomingos:12:30pm-5pm

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