“Un año que pasó veloz entre memoria, cocina y proyectos, mientras la gastronomía peruana siguió brillando y creciendo”, escribe Jimena Agois, periodista y fotógrafa gastronómica.
“Un año que pasó veloz entre memoria, cocina y proyectos, mientras la gastronomía peruana siguió brillando y creciendo”, escribe Jimena Agois, periodista y fotógrafa gastronómica.

En los últimos meses de este año he venido investigando sobre recetas familiares. Proyectos que rondan en mi cabeza, quizás porque se acaba un año más. O quizás porque estás fiestas volví a la cocina a preparar el pavo para el almuerzo del 25. Vuelvo a acordarme de mi nonna y de mi tía. De los grandes almuerzos familiares. De esas recetas que perduran al pasar los años, y de la alegría de alimentar a la gente que uno quiere.

Del disfrute que hay alrededor de una mesa.

No me puedo quejar de este 2025, ha sido un año, en líneas generales, muy bueno, pero como hablaba con una amiga, lo sentí pasar tan rápido que creo que no lo he asimilado y disfrutado como debía. Es más, recién con esta pausa de fin de año es que he empezado a evaluar realmente todo.

365 días que se van en un abrir y cerrar de ojos. Estuve en más proyectos de los que me parecería razonable y he conseguido cerrar el año sacándolos adelante. Y aunque acabó con una sensación de agotamiento, es agradable y mejor que la de otros años. Quizás es la percepción de haber hecho más cosas de lo normal. De haber viajado mucho, de cerrar seis libros aunque algunos vean la luz recién este 2026. De hacer fotos fuera de mi país. De acabar proyectos hermosos en él.

Y en el ínterin a todo eso, las salidas a comer y beber. Observar cómo se va moviendo la escena gastronómica local. Como se abren nuevos proyectos, varios de ellos con ideas claras y pisando fuerte. Otros que se consolidan y toman fuerza.

El 2025 Mitsuharu Tsumura y su tan querido Maido, llegaron al puesto número uno de la lista Mundial de los 50 Mejores Restaurantes, consolidando al Perú como una potencia gastronómica mundial y llevando la cocina Nikkei y su herencia japonesa a lo más alto. El segundo restaurante peruano en alcanzar este reconocimiento en los últimos dos años.

Pía León y Kjolle llegan al puesto número dos de Latinoamérica, llevando a la primera mujer de la región a un puesto como este. Y Shizen y Clon entran a la lista extendida de la región.

El congreso Perú Mucho Gusto se consolida un año más en Lima con 270 mil asistentes, volviendo las ferias gastronómicas a conquistar el corazón de la gente.

En las aperturas, Masa Sobre Mesa, de Renzo Ángeles, ha sido de nuestros lugares favoritos. Buena técnica y sabores locales, en un ambiente divertido y confortable. Crudo de Lukas Sifuentes en Barranco sorprende con una cocina sólida y sabrosa; y nos invita a volver más de una vez. Bruto de Arlette Eulert, es un espacio relajado y sin pretensiones, donde la sazón peruana de la chef se muestra de principio a fin. Ototo de Marco Palma en Surquillo, celebra el producto en cada uno de sus platos, reserven antes de ir que el lugar es pequeño. El Merlin de La Mar de Hans Gallardo, se renueva y da rienda suelta a los sabores peruanos más acogedores. El Titi abre un segundo local en la Molina que enaltece la cocina chifa, y eleva la experiencia. La Gelateria Troppo abre sus puertas con un helado soft serve, elegante y delicioso, traten de pasar temprano porque hay cola.

Flavia Zechinatto vuelve con IÓ Osteria, esta vez en Barranco y con un concepto más relajado de cocina italiana. Menú, de Iván Salinero se sigue consolidando como uno de los locales favoritos de la noche barranquina. La mudanza de Lady Bee ha sido un éxito y eleva

la experiencia de la coctelería peruana al nivel que necesitaba. Cócteles y comida ahora se disfrutan a la altura de la propuesta.

Pandilla ha sido un furor, y sus sandwiches son contundentes y muy sabrosos. Paco Yonque nos acerca al yonque y sus distintas versiones; su carta de comida es amplia y buena, y el servicio impecable. Todo en pleno corazón de Miraflores y con hermosas vistas al parque Kennedy.

Perro, Gato y Pericote le ha dado un toque especial al clásico Boulevard de Barranco, mostrando todo el potencial que hay en la zona.

Si disfrutan la cocina Nikkei, Uke Handroll es un lugar pequeño en Miguel Dasso. Hay buen producto, pocos asientos y mucho sabor. No dejen de probar Melt, un lugar muy divertido de cocina confortable donde se celebra el brunch americano sin horarios rígidos. Y Ezzem, revoluciona la

Av. Larco con cocina árabe de sabores caseros, otro lugar que vale la pena probar.

La gastronomía peruana sigue en constante movimiento, cocineros y cocineras abren nuevas propuestas y otros afianzan sus conceptos y se hacen de reconocimiento no sólo local. El 2026 llega cargado de novedades.