La llegada del Año Nuevo en Perú combina costumbres españolas, andinas e italianas adaptadas localmente, con rituales que buscan amor, dinero y protección para el año entrante.
Comer 12 uvas a medianoche, una por cada campanada y mes del año mientras se pide un deseo, es la tradición más popular para atraer suerte y salud.

Otras prácticas comunes incluyen vestir ropa interior amarilla para prosperidad económica, correr con una maleta vacía alrededor de la cuadra para viajar mucho, y quemar un muñeco de “Año Viejo” relleno de trapos y papeles con problemas del año pasado, especialmente en la costa norte y selva, simbolizando renovación. El Senamhi y expertos recomiendan precaución con fogatas y petardos para evitar accidentes durante estas celebraciones familiares.
Las lentejas, puestas en bolsillos o billeteras, representan abundancia por su forma de monedas, tradición italiana arraigada en hogares peruanos junto a incienso o ruda para purificar.
En regiones como Cusco y Junín, destacan ofrendas a la Pachamama con hojas de coca, flores y semillas en despachos enterrados o quemados para agradecer y pedir prosperidad, mientras que flores amarillas decoran hogares para fortuna.
MIRA: Año Nuevo 2026: ¿Por qué se comen 12 uvas y qué representan?
Significado de rituales Año Nuevo
Lentejas
Se llevan crudas en bolsillos, billeteras o zapatos al dar la medianoche; simbolizan abundancia y dinero por su forma redonda similar a monedas, tradición italiana arraigada en Perú para garantizar riqueza durante el año.
Ropa interior amarilla
Vestida debajo de la ropa a medianoche, representa prosperidad económica y éxito financiero; el amarillo evoca oro y sol, atrayendo fortuna y oportunidades laborales.
Flores amarillas y ruda
Colocadas en jarrones o quemadas como incienso, las flores amarillas invitan buena suerte y positividad, mientras la ruda purifica el ambiente de malas energías y envidias; comunes en entradas de casas limeñas.

Elefantito de la suerte
Figuras de elefantes con trompa alzada se ponen en mesas o billeteras; traen buena fortuna, sabiduría y protección familiar, popular en celebraciones urbanas.





