Brasil, el país de Latinoamérica más azotado por la pandemia en números absolutos, reportó este miércoles 3.163 nuevas muertes asociadas al coronavirus (COVID-19) y acumula ya 398.185 fallecidos desde el inicio de la crisis sanitaria hace catorce meses, según informó el Gobierno.
De acuerdo con el boletín del Ministerio de Salud, el país notificó 79.726 contagios en las últimas 24 horas, con lo que el balance total se sitúa ahora por encima de los 14,5 millones de positivos.
El ritmo de infecciones y decesos vinculados a la enfermedad ha descendido ligeramente en las últimas dos semanas, aunque continúa en niveles elevadísimos, con el sistema público de salud todavía fuertemente presionado en buena parte del país.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Brasil es el segundo país con mayor número de óbitos, por detrás de Estados Unidos (567.327), y el tercero con más casos, después de EE.UU. (31,8 millones) e India (18 millones), convertido ahora en el mayor foco global de la pandemia.
A pesar de esa tímida desaceleración de la pandemia, el ministro de Salud de Brasil, Marcelo Queiroga, pidió este miércoles a la población no bajar la guardia y respetar las medidas sanitarias, como el uso de la mascarilla y el distanciamiento social.
“Estamos todavía en un momento de mucha seriedad, con un número de fallecidos muy alto”, manifestó el ministro en una rueda de prensa.
Según datos oficiales, en los cuatro primeros meses de este año Brasil ha contabilizado más fallecidos por COVID-19 que los 194.949 registrados en todo el 2020.
Esta segunda ola de la pandemia, más virulenta y letal que la primera, empezó de forma muy tímida en noviembre pasado y terminó de desatarse en los primeros meses de este año, cuando el país superó de forma sucesiva sus récords de contagios y muertes.
El máximo diario de positivos lo alcanzó el 25 de marzo, con 100.158, y el de óbitos el 8 de abril, cuando reportó 4.249 fallecidos relacionados con la dolencia.
La variante P.1 ya predomina en Sao Paulo
Ese crecimiento exponencial vino provocado, en parte, por la circulación de variantes del virus con un mayor poder de infección, entre ellas dos de origen brasileño, las conocidas como P.1, detectada en primer lugar en Manaos, y P.2, de Río de Janeiro.
La P.1 se ha convertido en la cepa dominante en varios estados del país, entre ellos Sao Paulo, que contabiliza hasta la fecha casi 95.000 muertes y 2,9 millones de contagios, y llegó a tener sus unidades de cuidados intensivos con el 90% de las camas ocupadas.
Según un reciente estudio del Instituto Adolfo Lutz, un laboratorio de referencia a nivel nacional, el 90% de los casos de coronavirus registrados en Sao Paulo corresponden ya a esa nueva variante P.1.
Comienza producción de vacuna brasileña
En el apartado de la vacunación, el Instituto Butantan de Sao Paulo inició este miércoles la producción de la Butanvac, el primer inmunizante contra la covid-19 desarrollada en el país.
El fármaco aún tiene que ser probado en humanos y avalado por el regulador sanitario, pero las autoridades paulistas han decidido iniciar su fabricación en línea, con la previsión de tener listas 18 millones de dosis el próximo 15 de junio.
Fuente: EFE