Chile reabrió este domingo la mayor parte de sus fronteras terrestres, que llevaban cerradas desde hace un año por la pandemia del COVID-19, justo cuando el país parece tener bajo control la grave ola de ómicron que azotó el país en marzo.
Con largas filas de vehículos en varios pasos fronterizos, especialmente en el paso entre Chile y Perú (en el norte), se reinauguraron 22 puntos de entrada con el fin de normalizar la situación de tránsito y el turismo con los países vecinos.
“Este plan de normalización de fronteras se viene trabajando entre los distintos ministerios involucrados en este proceso, totalmente preocupados porque la reapertura se realice de manera ordenada y manteniendo las medidas sanitarias correspondientes”, manifestó el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.
Más de un año de cierre
El país cerró todos los pasos desde el extranjero en abril de 2021, cuando atravesaba una segunda ola de contagios de coronavirus que puso contra las cuerdas al sistema sanitario, abriéndolas a final de ese año de forma parcial.
Hasta ahora solo estaban habilitados un puñado de aeropuertos y siete pasos terrestres que permitían la entrada y salida de viajeros, condicionado al cumplimiento de estrictas medidas sanitarias.
La reapertura fue celebrada por el gremio de comerciantes y del turismo, que sufren pérdidas millonarias por los extensos cierres que provocaron drásticas caídas en el ingreso de extranjeros (del -92,6 % en el primer semestre de 2021, según datos oficiales).
Cientos de habitantes de Arica (en el extremo norte) pudieron cruzar en auto o bus a la ciudad de Tacna, en el sur de Perú, para reunirse con sus familias, a comprar a precios más bajos o a hacer turismo en uno de los pasos más concurridos del país.
“Si la apertura de fronteras genera una mayor cantidad de casos activos de COVID-19 o una mayor positividad en la región, indudablemente se tiene que revaluar la decisión”, señaló el gobernador ariqueño, Jorge Díaz.
El Ministerio de Interior informó en un comunicado que en la región de Arica quedarán abiertos cuatro puntos fronterizos, otro en la región de Tarapacá y cinco en Antofagasta, en el norte del país.
En la zona central, reabrirá un paso en Valparaíso y otro en el Maule, mientras que en el sur funcionarán numerosos pasos con Argentina: el emblemático cruce de Pino Hachado, en la región de La Araucanía; otro paso en Los Ríos; tres en Los Lagos; siete en la región de Aysén y dos en la austral Magallanes.
Para el ingreso de extranjeros no residentes será necesario llera un formulario y contar con un seguro de salud, informaron desde el Ministerio de Salud.
Pandemia estabilizada
Tras casi dos semanas con una tasa de positividad en las pruebas PCR por debajo el 5 % -uno de los criterios de la OMS para dar por estabilizada la pandemia-, Chile ha logrado dejar atrás una grave ola que sufrió en marzo por la variante ómicron.
En las últimas 24 horas, se contabilizaron 2.117 casos nuevos y 12 fallecidos, que elevan el balance total de más de 3,5 millones de infectados y 57.539 fallecidos totales
En paralelo, más del 80 % de la población objetivo ha recibido una dosis adicional al esquema de vacunación completo, y el 93 % cuenta con las dos dosis, en su mayoría de Sinovac, pero también de Pfizer, AstraZeneca o Moderna.
Chile ha sido durante meses uno de los países con más restricciones de la región, especialmente para los viajeros que necesitaban homologar su esquema de vacunación para ingresar al país, cumplir extensas cuarentenas preventivas y someterse a test previo al vuelo.
Las medidas se han ido relajando, especialmente desde la llegada del nuevo Gobierno, del progresista Gabriel Boric, que terminó con la obligatoriedad de usar mascarillas al aire libre el pasado 14 de abril y eliminó la vacunación y el PCR obligatorio para los turistas.
Ninguna ciudad se encuentra en cuarentena, aunque todavía rigen estrictos aforos en interiores y es obligatorio un carné de vacunación para acceder a ciertas actividades.
Fuente: EFE