A propósito de la noticia de que el gobierno de Hong Kong ordenó sacrificar cientos de hámsters positivos de COVID-19 -culpados por un brote del virus en la ciudad-, la incertidumbre sobre si las mascotas pueden contagiarse y transmitir el coronavirus aumenta y es preciso recurrir a las publicaciones de las autoridades sanitarias del mundo para responder las crecientes interrogantes.
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Si bien se conoce que el principal foco de contagio de COVID-19 se da de persona a persona, poco se sabe sobre la transmisión generada a partir de un animal. La OMS señalaba en los primeros meses de 2021 que la transmisión del coronavirus al humano se produjo probablemente desde un murciélago a través de un tercer animal que no se ha identificado, descartando así que la pandemia tuviera su origen en un laboratorio.
Otra de las hipótesis que se barajaban en ese entonces, tenía que ver con la posibilidad de una transmisión del coronavirus “a través del comercio de productos congelados”; según destacó el jefe de misión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Peter Ben Embarek, durante una entrevista con la agencia AFP.
Embarek fundamentó su teoría a partir de las investigaciones del gobierno de China referidas a numerosas muestras “positivas” de coronavirus en productos alimenticios importados del extranjero y en animales salvajes vivos que eran puestos a la venta para el consumo.
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¿Un animal puede contagiar con el mismo virus a los humanos?
Para entender mejor la posibilidad de transmisión de un animal a un humano (y viceversa) debemos tener en cuenta que los coronavirus son una familia grande de virus, porque algunos causan enfermedades similares al resfriado en las personas, mientras que otros provocan enfermedades en ciertos tipos de animales, como el ganado vacuno, los camellos y los murciélagos.
Algunos coronavirus, como los coronavirus canino y felino, infectan solo a los animales y no infectan a las personas. Estos virus que infectan a los animales se pueden transmitir a las personas y luego entre las personas, pero esto es poco frecuente, aseguran los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
Esto nos lleva a analizar el caso del sacrificio de 17 millones de visones en Dinamarca durante el 2020. El gobierno de la primera ministra Mette Frederiksen, tomo esa decisión ya que representaba un “riesgo para la eficacia” de una futura vacuna contra el COVID-19.
Sin embargo, luego reconocería que no contaba con una base legal para ordenar el sacrificio de toda la población de visones criados en granjas.
Por el momento no hay evidencia de que los visones tengan un papel significativo en la transmisión del SARS-CoV-2 a las personas. Sin embargo, existe la posibilidad de que los visones transmitan el COVID-19 a las personas mediante un contacto cercado en sus criaderos o granjas, asegura la CDC.
Una situación similar de transmisión directa se da en mascotas. El gobierno de Hong Kong ordenó la semana pasada el sacrificio de al menos 2000 hámsters luego de detectar casos de COVID-19 en estos roedores.
Las autoridades advirtieron que este puede ser un ejemplo de la transmisión de coronavirus de animales a humanos.
El caso se relacionó a un trabajador de una tienda de mascotas que dio positivo, lo que llevó a los servicios de salud a evaluar a los hámsters, aseguró la BBC.
¿Las mascotas pueden trasmitir el virus a otros animales?
Según las últimas investigaciones experimentales presentadas en un estudio por la CDC, muchas mascotas, como los gatos, perros, hurones, hámsteres, y animales silvestres como los ratones de campo, murciélagos de la fruta, visones, conejos, entre otros, pueden infectarse por el virus.
Sin embargo, algunos de ellos como los gatos, hurones, murciélagos de la fruta y hámsteres, además pueden transmitir la infección a otros animales de la misma especie en entornos de laboratorio.
Una teoría, recogida por los CDC, sugiere que los ratones de laboratorio, que no se infectaron con las cepas originales del COVID-19, pueden contagiarse por las variantes nuevas del virus (ómicron, delta, etc).
Los pollos y patos no parecen infectarse ni propagar la infección, con base en los resultados de los estudios, aseguran.
Aún es improbable determinar que la transmisión del virus a las personas o a otros animales se puede dar a través de la piel o el pelo de una mascota. La CDC señala que el riesgo de que los animales transmitan el COVID a las personas se considera bajo.
Si tengo COVID-19, ¿debo someter a mi mascota a una prueba?
La Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA, en inglés) señaló que no se recomiendan las pruebas de rutina del COVID-19 para las mascotas.
Aunque parece que el virus se puede transmitir de las personas a los animales en algunas situaciones, hacerle una prueba no es recomendable. Por el contrario, si su mascota está enferma, consulte a su veterinario.
Basado en la información mencionada líneas arriba, se considera que el riesgo de que las mascotas transmitan el virus que causa el COVID-19 a las personas es bajo.
La FDA explica que mientras no se sepa más sobre cómo el virus afecta a los animales, lo mejor es tratarlos como otro miembro de la familia y brinda estas recomendaciones:
- No deje que sus mascotas socialicen con personas u otros animales que no vivan en su hogar.
- Mantenga a los gatos dentro de la casa cuando sea posible para prevenir que socialicen con otros animales o personas.
- Saque a pasear a sus perros usando una correa para perros y manteniendo al menos 6 pies (2 metros) de otras personas y animales.
- Evite los parques para perros o los lugares públicos donde se reúna un gran número de personas y perros.