Durante su discurso de investidura como presidente de Estados Unidos, Donald Trump anunció este lunes una serie de medidas enfocadas en reformar el sistema de comercio internacional, con el objetivo de proteger a los trabajadores estadounidenses y fortalecer la economía nacional.
“Voy a comenzar inmediatamente a reformar nuestro sistema de comercio para proteger a los trabajadores estadounidenses y a sus familias”, afirmó Trump.
El mandatario señaló que, en lugar de cargar con impuestos a los ciudadanos estadounidenses, su administración impondrá aranceles e impuestos a otros países. “En lugar de poner impuestos a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, impondré aranceles e impuestos a países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos”, enfatizó.
Aranceles a aliados y adversarios
Desde su victoria electoral en noviembre, Trump ha señalado tanto a aliados como a adversarios comerciales como objetivos de su política arancelaria. Entre las medidas propuestas, destacan:
- Aranceles del 25% a importaciones de Canadá y México, especialmente si no fortalecen sus esfuerzos contra la inmigración ilegal.
- Un 10% adicional en aranceles a productos chinos, en respuesta al flujo de fentanilo hacia Estados Unidos y a preocupaciones comerciales previas.
Aunque evitó revelar nuevos detalles sobre impuestos adicionales, Trump reiteró que estas políticas buscan beneficiar directamente a los ciudadanos estadounidenses y crear un sistema de comercio más justo.
Nuevas iniciativas gubernamentales
Como parte de su plan, Trump también propuso la creación de un Servicio de Ingresos Externos destinado a recaudar aranceles e impuestos a la importación. Además, anunció un Departamento de Eficiencia Gubernamental que tendrá como objetivo recortar el gasto público federal y optimizar el uso de los recursos del país.
Impacto en el comercio global
Las medidas anunciadas por Trump podrían tensar las relaciones con socios comerciales clave como Canadá, México y China, quienes ya han mostrado resistencia a políticas proteccionistas en el pasado. Expertos advierten que estas decisiones podrían desencadenar represalias comerciales y complicar la economía global.
No obstante, el presidente ha dejado claro que su prioridad es proteger a la industria y los trabajadores de Estados Unidos, reafirmando su compromiso de colocar los intereses del país “primero” en todas las decisiones de su administración.
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