Las autoridades sanitarias de Chile informaron este jueves que sí vacunarán a los migrantes que se encuentren en situación irregular, al contrario de lo que anunció el Gobierno el miércoles y tras una ola de críticas por parte del diversas organizaciones promigrantes y de derechos humanos.
“Se van a poder vacunar todos los extranjeros en Chile, pero no vamos a propiciar el turismo de vacunas”, aclaró en rueda de prensa el ministro de Salud, Enrique Paris.
El canciller, Andrés Allamand, había afirmado en la víspera que tanto los turistas como los migrantes irregulares que no hubieran iniciado el trámite para normalizar su situación en el país no serían incluidos en el plan de vacunación.
Sin embargo, y tras la polémica que esto ocasionó, el ministro Paris reiteró que la vacuna, que es gratuita y voluntaria, estará disponible para “toda persona que se encuentre en territorio nacional” a excepción de quienes hayan ingresado como turistas.
El jefe del Departamento de Extranjería, Álvaro Bellolio, también explicó a medios locales que “los migrantes que están de forma irregular en Chile son Fonasa A (un plan de cobertura médica básica y universal, destinado a los que tienen menos recursos económicos), por lo tanto ellos tienen acceso a la vacunación”.
La agilidad con que Chile está llevando a cabo el proceso de inmunización contra la COVID-19 frente al resto de países de América Latina ha llevado a varios medios de comunicación extranjeros y a numerosos internautas a difundir información sobre cómo llegar a Chile para poder obtener la vacuna.
Dos días después de que una cadena de televisión peruana anunciara que “hay mil maneras de vacunarse en Chile” e informara sobre diferentes modos de llegar al país para lograr inocularse, el Gobierno chileno quiso modificar el plan de inmunización para evitar el denominado “turismo covid”.
Vacunación sin discriminación
La decisión inicial del Gobierno, que era no inmunizar a los turistas ni a los migrantes irregulares, dejaba sin vacuna a los miles de extranjeros que ingresaron en las últimas semanas por la frontera con Bolivia y que se encuentran varados en campamentos sanitarios haciendo cuarentena preventiva, así como a muchos de los 1,5 millones de migrantes que viven en el país.
“Hacemos un llamado a corregir y mantener la cultura histórica de la salud pública chilena brindando protección a la población migrante independientemente de su condición migratoria”, publicó en Twitter el miércoles la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches.
La directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara, afirmó en la misma línea que “ni Chile ni ningún otro país saldrá rápida ni satisfactoriamente de esta crisis si no se prestan los servicios sanitarios a todas las personas sin discriminación”.
Chile, que suma más de 760.000 contagios desde marzo y cerca de 20.000 decesos, ha vacunado con al menos una dosis a más de 1,3 millones de personas tras una semana de inmunización masiva, en su mayoría sanitarios y adultos mayores.
El país, que ha aprobado las vacunas de Pfizer, AstraZeneca y Sinovac, tiene comprometidas más de 35 millones de dosis de diferentes laboratorios.
El objetivo del Gobierno es inocular a toda la población de riesgo -cinco millones de personas entre adultos mayores, enfermos crónicos, personal sanitario durante el primer trimestre de 2021 y el resto antes de junio.
Fuente: EFE