Cuando al peruano le tocan el bolsillo salta hasta el techo, ¿verdad? Entonces, ¿qué debe pasar para que se quede en su casa y evite contagiarse de coronavirus? Torpes, confunden una ley seca con una emergencia. Tal vez, el deseo es que se dupliquen esos 15 días de aislamiento social.

Hasta el pasado sábado unas 11 mil personas habían sido intervenidas en las calles por no acatar la ley; gente egoísta que piensa que por no salir a correr un día se les trastocará el físico, subirán un kilo, dejando ver su déficit mental. Y hablamos de ciudadanos de clase media alta, con estudios.

Otro es el caso de quienes viven en las zonas periféricas de la ciudad. Estos creen que el virus ataca a gente de clase alta, no a quien come menú de cinco soles. Déjenme decirles que en Ferreñafe, Lambayeque, a una indigente le han detectado el coronavirus. Una peruana, denominada NN, padece este mal.

Tal como van las cosas, es muy probable que el presidente Martín Vizcarra analice extender el estado de emergencia por 15 días más, lo que conllevaría a un posible descalabro financiero para las personas que viven del día a día y han tenido que cerrar negocios y desemplear a miles.

Si la curva de infectados con el virus no cambia su curso, habría que tomar medidas más drásticas contra quienes desafían la ley y exponen al peligro a quienes venimos acatando la orden de inamovilidad. ¿No se dan cuenta que nos están hundiendo a todos?