La experiencia electoral de EE.UU., marcada por temas como inflación, inmigración, aborto y mensajes de cambio y grandeza nacional bajo el liderazgo autoritario de Trump, ofrece lecciones clave para los candidatos al 2026 si es que no quieren sufrir la derrota de ser percibidos como incapaces y gestores de “más de lo mismo” como le ocurrió a Harris. Si en el Perú candidatos afines se muestran incapaces de integrarse en una propuesta alternativa sólida, ese “más de lo mismo” llevará a los electores a entender que nos son capaces de gestar cambios ni de priorizar el bien común por lo que buscarán un mágico “outsiders”.

Se necesita líderes creíbles, con mensajes claros y soluciones concretas que respondan a problemas cotidianos. Slogans como “Sin colas, sin trabas, con soluciones” o “Calles sin miedo” apuntan a la simplicidad y contundencia que el electorado busca. Promesas de candidatos cuya trayectoria, carisma y capacidad de persuasión los vuelve creíbles serían atractivos. Temas como la seguridad, salud pública, educación, corrupción deben ser centrales en una narrativa de cambio. La población está cansada de promesas vacías y esperará acciones inmediatas y palpables.

A falta de candidatos de perfil sólido, el deterioro del país podría continuar, reforzando el sentimiento de “sálvese quien pueda”. Para profesionales o familias con hijos en edad de migrar un escenario caótico de “más de lo mismo” puede incentivarlos a migrar tal como ya lo han hecho millones de peruanos. Si el Perú no avanza hacia una renovación política, sus mejores talentos buscarán mejores destinos fuera.