Cuando escucho a los ministros hablar que “los informes de inteligencia” eran alarmantes me preguntaba quién es “inteligencia” y por qué alarma al presidente frente a la movilización social y a los perjuicios que le ocasionan al país los nombramientos ministeriales cargados de mediocridad e incompetencia, que son los causantes de esa movilización social.

También me pregunto qué señal de desesperación e improvisación se manda a la población con un torpe mensaje presidencial a la nación a medianoche anunciando una inmediata e impracticable prisión domiciliaria para los limeños sin ponderar siquiera el esperable desacato de una población que no cree en sus autoridades. Y todo eso en el simbólico 5 de abril…

Me hizo recordar a Martín Vizcarra y sus ministros que por incompetencia frente a qué hacer con el Covid encerraron por meses a la población debilitando su economía y la del país, maltratando además la salud mental y las posibilidades de aprendizaje de los niños y adolescentes, pensando que eso iba a resolver el problema. (Dicho sea de paso, también eso fue confrontado con un desacato generalizado).

Es difícil imaginar la continuidad de un gobierno así por los próximos 5 años… sus propios aliados temporales que canjean votos por beneficios personales diestros en el arte de traicionar lo harán con Castillo cuando les convenga. La única opción salvadora que le queda a Castillo es conformar un gabinete respetable que trabaje coordinadamente con el congreso. Si no se presta la inteligencia que suelen tener los buenos profesores difícilmente podrá sostener su período presidencial.