Si le damos una mirada al futuro universitario de los egresados de los colegios de estos tiempos, observando la suspensión de clases presenciales debido a la epidemia del coronavirus, veremos algunas cosas que pueden ser relevantes para valorar la actual educación a distancia escolar:

1) Las universidades que crecen y mejor se adaptan a los tiempos son las que tienen propuestas online. Ahora los grandes campus con muchos edificios, estacionamientos, dormitorios, comedores y campos deportivos pierden atractivo frente a la educación online más masiva, barata y menos presencial.

2) El número de horas de estudio diario online de posgrado es de 2 a 4, con otro tanto para el trabajo independiente que ocurre offline.

3) Las carreras tradicionales se extinguen para dar paso a carreras de integración interdisciplinarias: biomecatrónica, arquitectura y salud, derecho y robótica, etc. con fuerte base en la innovación, es decir creatividad, investigación, diseño, armar prototipos (habilidades manuales y prácticas), solvencia robótica/digital, con una evaluación basad en portafolios de creaciones de los alumnos más que por notas o puntajes en exámenes.

La pregunta de los padres debiera ser: ¿qué requieren mis hijos para avanzar con éxito en ese siguiente escalón de su formación como estudiante? ¿Qué puede darle ventajas en un mundo altamente competitivo, que al ser global y digital, ya no reduce la competencia laboral a los pares connacionales sino a los de todo el planeta? (se contrata al más barato).

Sería bueno aprovechar al máximo las actuales oportunidades de aprender a distancia.