Los alumnos asisten a los colegios obligados por la ley para desarrollar su educación básica para lo cual el estado (y privados) contratan profesionales docentes preparados para lograr que aprendan. ¿Qué ocurre cuando un alumno no aprende? Ya desde los primeros grados le echan la culpa por no aprender, por no esforzarse o carecer de apoyo familiar. Jamás escuché decir que “el sistema equivoca su enfoque educativo” o “los profesores son incompetentes en su rol”.

¿Quién es la víctima? El estudiante. Lo desaprueban en las áreas y lo “jalan de año”. El sistema educativo y los profesores que no han sabido cumplir su rol, siguen tal cual. Suena absurdo. Todas las evidencias que hay sobre la repitencia escolar corroboran que en la gran mayoría de los casos el repitente está luego peor que en su grupo original, porque además de no aprender automáticamente lo que le falta con la sola repitencia, tiene que pasar la vergüenza de dicha repitencia, el desarraigo social, el golpe a su autoestima, los castigos, etc.

El Ministerio de Educación ha prepublicado para el debate la RVM N° 033-2020-MINEDU (31/01/2020), norma que entre otras cosas modifica los criterios para aplazar a un alumno para que sean solamente las situaciones más graves las que ameriten tal repitencia, lo cual tiene mucho sentido. Además, compromete más a los colegios para que el equipo docente acompañe a los estudiantes con dificultades de modo que tengan más oportunidades y estrategias alternativas para lograr que se nivelen respecto al desempeño esperado.

Es un paso adelante que en mi opinión hay que aplaudir.

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