Los entusiastas de PISA que se enfocan exclusivamente en matemáticas, lectura y ciencias, no aprecian de manera holística lo que realmente significa estar bien educado para los retos del mundo de hoy. Si hiciéramos una evaluación de las competencias esenciales para estos tiempos como las socioemocionales, habilidades digitales y tecnológicas, creatividad e innovación, pensamiento crítico, habilidades prácticas, ética y ciudadanía global, y salud física y bienestar, el panorama cambiaría drásticamente.
Si se colocaran al centro de las evaluaciones esas otras competencias se apreciaría que son otros países usualmente de media tabla en PISA que destacan en esas áreas que son críticas para el desarrollo integral de los estudiantes, mientras que los asiáticos caen en su preeminencia y en particular a los chinos no les va nada bien. Encontraríamos países que no destacan en PISA como Noruega, Suiza, Suecia, Países Bajos, Dinamarca, Estados Unidos, Alemania, Israel, Nueva Zelanda, India, Italia, Islandia, Canadá o hasta Brasil. Muy distinto a lo que usualmente valora PISA que encumbra a los asiáticos.
Reevaluar el enfoque educativo para ir más allá de las competencias medidas por PISA que ChatGPT puede resolver mejor y adoptar una educación más integral será beneficioso para los estudiantes y las sociedades en su conjunto. Hacen mal los países que son PISA-lovers en insistir en darle una importancia desmedida a estas evaluaciones y deberían enfocarse más en las dimensiones de la educación que son verdaderamente trascendentes para la vida presente y futura de nuestros estudiantes.