El 3 de abril el MINEDU informó los resultados de la Evaluación Muestral de Estudiantes (EM) 2022, realizada tras retornar a la presencialidad, cuyos resultados fueron comparados con el 2019 previos a la pandemia. Se aplicó entre noviembre y diciembre de 2022 a más de 386 mil estudiantes del 2°, 4° y 6° grado de primaria en Lectura y Matemáticas, así como al 2° grado de secundaria, en Lectura, Matemáticas y Ciencia y Tecnología.

Los resultados corresponden al mismo patrón que no se modifica hace más de 40 años: los privados rinden mejor que los estatales, los urbanos mejor que los rurales, los hombres mejor en matemáticas y ciencias que las mujeres que lo hacen mejor que los hombres en lectura y finalmente los logros satisfactorios están en relación directa con el nivel socioeconómico de la familia. Las regiones de mejor desempeño son las más modernas urbes de Lima, Callao, Arequipa, Moquegua y Tacna, estas últimas, más pequeñas y homogéneas.

En términos globales 3/4 de los alumnos de matemáticas y 2/3 de los de lectura no alcanzan los aprendizajes esperados por los diseñadores del currículo nacional.

Tengo mis reservas respecto al uso de estas pruebas en las que el Minedu confía. Sin embargo, la reiteración de los patrones del fracaso no admite mayor discusión. No queda mucho tiempo para que el Perú haga un replanteamiento serio de la propuesta educativa nacional que le permita cerrar brechas educativas internas y a la par dar grandes saltos hacia adelante para que los egresados peruanos se puedan desempeñar a la par de cualquiera de los egresados de países desarrollados.

TAGS RELACIONADOS