Ayer en Arequipa el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, ha dicho que al gobierno no le temblará la mano para mantener el orden en el país, mientras en Lima el ministro del Interior, Vicente Romero, ha señalado que desde el 10 de noviembre próximo no habrá contemplación para buscar y echar del país a los extranjeros que estén de forma ilegal en nuestro país, todo esto en medio de la descomunal ola de violencia que nos golpea a todos los peruanos.

Sobre este último punto, es de esperarse que se tenga todo previsto para de verdad sacar del país a los extranjeros ilegales, y que no sea nuevamente una pantomima para la foto como lo vimos en los gobiernos de Martín Vizcarra y de Pedro Castillo, en que armaron shows que en poco o nada contribuyeron a apuntalar la lucha contra la delincuencia. En el caso del régimen de profesor, recordemos, cómo habrá sido la improvisación que al final ni siquiera pudo salir el avión con los expulsados por descoordinaciones con Venezuela.

No olvidemos, tampoco, que el 28 de julio de 2021, día que asumió las riendas del país para desgracia de todos, Castillo dio un “ultimátum” a los extranjeros que delinquen en el país para que se vayan en menos de 72 horas, lo cual solo habrá causado risas entre quienes no deberían estar en el Perú. Sin duda este señor y Vizcarra trataron de hacer show con la expulsión de extranjeros, sabiendo que los actos delictivos cometidos por algunos de ellos generan rechazo entra los peruanos.

Esta vez, se ha dado un plazo prudencial para que los extranjeros que tengan todo en orden y no arrastren problemas con la justicia, asumiendo que son personas de bien, puedan quedarse sin dificultad alguna. Los otros tendrán que irse, por lo que se espera que el gobierno actúe con mucha energía y rigor, a fin de sacar de acá a quienes solo han venido robar, asesinar, extorsionar, hacer préstamos “gota a gota” y violar las leyes del país que en un momento los acogió.

Sería muy lamentable que el plazo dado por el gobierno de Dina Boluarte para la regularización de la situación de los extranjeros y que la advertencia de la expulsión de los ilegales, sea un cuento más solo para calmar el malestar de la tribuna. No podemos tener más “malditos Cris” ni prestamistas del “gota a gota” en el Perú, que no hacen más que empeorar aún más a situación de violencia que ya venimos padeciendo desde hace 20 años, y que nadie se ha preocupado por erradicar.