Viviendas han sido destruidas y carreteras han quedado dañadas en Moro y el valle de Nepeña a causa de las intensas lluvias.
Viviendas han sido destruidas y carreteras han quedado dañadas en Moro y el valle de Nepeña a causa de las intensas lluvias.

Pueblos aislados, carreteras dañadas, viviendas destruidas y falta de servicio de agua en Moro y el valle de Nepeña, en la , han dejado los huaicos producto de las intensas lluvias.

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“¡No tenemos luz, ni agua y cuando se acabe la batería del celular ya no podremos comunicarnos! ¡Necesitamos que nos ayuden!”, fue la dramática declaración de la responsable del Centro de Salud de Pichiu, ubicado en la subcuenca del río Loco en Pamparomás en Áncash, Betty Tito Infantes, en comunicación con el Servicio para el Desarrollo Integral Rural (Sedir).

“La carretera está dañada y no podemos salir para llegar hasta Moro”, expresó la referida profesional.

Las lluvias han generado huaicos al extremo de afectar la carretera y dejar aislados a varios caseríos como Capan, Carap, Huanchuy y Cajay. El temor es latente en los pobladores debido a que el río Loco podría volver a desbordarse para dañar más viviendas y campos de cultivo. Una situación similar o más grave que a lo sucedido recién el 13 de marzo último e incluso con lo ocurrido en 2017 cuando también se registraron intensas lluvias.

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Inundación

Las últimas lluvias han activado quebradas y generaron huaicos en el distrito de Moro. El agua ingresó a las viviendas y enterró cultivos de palta, mango y maíz. Además, varias familias que habitan cerca del río Loco tuvieron que abandonar sus casas para ponerse a salvo y otras pidieron refugio a vecinos y amigos al quedarse sin un lugar donde vivir. El drama se agudiza con la necesidad de alimentos para niños y adultos que lo perdieron todo.

La Municipalidad Provincial del Santa envió un camión cisterna para abastecer de agua potable a los morinos debido a la rotura de la red de tubería.

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La señal de celular e internet en Moro es deficiente debido a la caída de cables de luz. La carretera Moro-Chimbote tiene varios tramos dañados y el acceso es difícil debido a la inundación producto de las precipitaciones.

El personal del Sedir ha recorrido varios puntos críticos y ha recogido la opinión de pobladores, quienes piden ayuda con maquinaria pesada para arreglar las vías de comunicación para salir y sacar sus cultivos.