Desde este lunes 21 de junio se aplicaría el cerco epidemiológico anunciado por el gobierno para la región Arequipa, medida que consistirá principalmente en controlar la movilidad del transporte, tanto aéreo como terrestre, ante el aumento de casos y muertes por COVID-19 en esta región, registrado desde hace más de dos meses.
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Sobre el anunciado cerco epidemiológico, Richard Hernández, director del Hospital Honorio Delgado de Arequipa, consideró hoy que, además de las restricciones de vuelos y viajes terrestres, se tendrá que ser más exigente con el cumplimiento de las medidas de bioseguridad por parte de la población. Esta medida se suma a las restricciones para el ingreso a los establecimientos comerciales.
“En realidad yo pienso que no es la restricción lo que va a primar acá, simplemente es el comportamiento de la población frente a las medidas de bioseguridad, que debemos tomar todos nosotros”, opinó en entrevista a RPP.
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Hernández informó que en las últimas tres semanas se incrementó el número de pacientes infectados con COVID-19 en este establecimiento de salud, razón por la cual vienen recibiendo apoyo logístico de equipamiento e infraestructura de parte del Ministerio de Salud.
En breve el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), en coordinación con la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), debe emitir las normas correspondientes para la aplicación del referido cerco epidemiológico.
“El gran objetivo que tenemos es que toda la región de Arequipa tenga este cerco que impida que personas entren y salgan de Arequipa por las siguientes semanas”, indicó ayer el ministro de Educación Ricardo Cuenca tras la sesión del Consejo de Ministros.
Al respecto, Hernández mencionó que la economía de la población arequipeña ha sido muy golpeada. “Ya la gente no puede estar recluida en sus hogares por más tiempo, porque la mayoría de la población económicamente activa tiene trabajo informal y ese es uno de los motivos por los que están obligadas a salir a trabajar”, comentó.
Esta crítica situación ha desencadenado que seis provincias de esta región se encuentren en el nivel de alerta “extremo”, en el contexto de la segunda ola de la pandemia. Estas son Camaná, Castilla, Caylloma, Caravelí e Islay.