Digesa recomienda adoptar medidas preventivas para evitar la proliferación del zancudo Aedes aegypti.
Digesa recomienda adoptar medidas preventivas para evitar la proliferación del zancudo Aedes aegypti.

Los criaderos del zancudo Aedes aegypti, transmisor del dengue, son aquellos recipientes u objetos que pueden acumular agua, ya sea producto de las lluvias o de un mal almacenamiento. La Dirección de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria (Digesa) detalla los potenciales criaderos que se encuentran con frecuencia en las viviendas de la cosa y selva del Perú.

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El biólogo Miguel Suyón Vásquez, experto en temas de vigilancia y control de vectores de la Digesa, indicó que los potenciales criaderos encontrados en las viviendas de la costa peruana son: cilindros, sansones, baldes, bidones, floreros, plantas acuáticas (bambú) y bebederos de animales.

En el caso de la selva, los principales criaderos son: sansones, baldes, floreros, llantas y otros recipientes en desuso e inservibles que acumulan agua de las lluvias como juguetes viejos, botellas o latas, y cáscaras de coco.

“Es importante dedicarle 10 minutos semanales a la búsqueda de los posibles criaderos dentro de nuestras viviendas, y dependiendo del tipo de criadero deberán ser tapados o eliminados. Con esta acción evitaremos la reproducción del zancudo que transmite la enfermedad del dengue”, precisó.

Ante ello, el Ministerio de Salud brinda las siguientes recomendaciones: almacenar correctamente el agua en la vivienda, lavar los recipientes con una escobilla y luego taparlos, reemplazar constantemente el agua de los floreros o utilizar arena húmeda, reciclar o eliminar adecuadamente los recipientes en desuso e inservibles.

Reproducción de zancudos

El biólogo Miguel Suyón precisó que una zancuda puede colocar de 50 a 200 huevos, distribuyéndolos en más de un recipiente. Este proceso lo puede repetir entre 3 a 5 veces, llegando a proliferar más de 1000 zancudos durante su tiempo de vida (45 días).

Cabe recordar que el Minsa viene garantizando la continuidad de las acciones de control larvario en diferentes regiones del país, que van desde la inspección de los recipientes donde la ciudadanía suele almacenar agua hasta la aplicación del larvicida piriproxifen, un insumo aprobado por la Organización Mundial de la Salud.

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