La Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) informó que la pandemia por la COVID-19 afectó la salud de los trabajadores de las empresas prestadoras de agua potable y alcantarillado del país, registrándose hasta abril de 2021, un total de 3.534 empleados contagiados y 90 fallecidos.
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La entidad informó que por tratarse de un servicio esencial para la vida y salud de las personas, las operaciones y actividades de estas empresas no se detuvieron durante la emergencia sanitaria, a fin de garantizar la normalidad del abastecimiento.
“Las empresas no estuvieron ajenas al impacto de la pandemia, pese a que adoptaron diferentes medidas para proteger a sus trabajadores, como la implementación del plan de vigilancia, prevención y control de la COVID-19 en el trabajo, con lineamientos y protocolos preventivos”, se lee en su comunicado.
También se informó que debido a la naturaleza del servicio que brindan, el 67 % de trabajadores de las empresas prestadoras continúan laborando en modalidad presencial, 16 % en modalidad remota y 7 % en modalidad mixta.
Las empresas prestadoras, según de indicó, también colaboraron con la distribución gratuita de agua potable a la población sin acceso a red, a través de camiones cisterna. Entre estas Sedapal, Seda Ayacucho, EPS Barranca, Semapach Chincha, Epssmu Bagua, Emapica Ica, entre otras.
Sunass señala que para prevenir los contagios de COVID-19 y garantizar que los usuarios sigan recibiendo atención por parte de las empresas prestadoras, a sus trámites y consultas, así como para hacer sus reclamos sin salir de casa, se ha emitido una norma que establece la obligatoriedad de que las empresas prestadoras creen o fortalezcan sus canales de atención virtual o remota.