Sobre el presidente del Congreso, Alejandro Soto, existen una serie de denuncias y cuestionamientos desde que asumió. (Foto: Congreso)
Sobre el presidente del Congreso, Alejandro Soto, existen una serie de denuncias y cuestionamientos desde que asumió. (Foto: Congreso)

Han pasado más de dos semanas desde que (Cambio Democrático-Juntos por el Perú) redactó la moción de censura contra el presidente del Congreso, (APP).

Desde entonces, han aparecido una serie de cuestionamientos y denuncias sobre el legislador cusqueño. Sin embargo, el documento no ha completado las 20 firmas mínimas necesarias para ser presentado ante la mesa de partes del Congreso, sino que por el contrario, se ha quedado estancado en 16 rúbricas.

La moción de censura contra Alejandro Soto solo tiene 16 de las 20 firmas necesarias para su presentación.
La moción de censura contra Alejandro Soto solo tiene 16 de las 20 firmas necesarias para su presentación.

NO AVANZA

El 5 de setiembre, el congresista Sánchez publicó en sus redes sociales la moción de censura con las adhesiones.

Además de Sánchez, firmaron sus colegas de bancada Susel Paredes, Hamlet Echeverría, Nieves Limachi, Luis Kamiche, Ruth Luque, Sigrid Bazán y Edgar Reymundo.

También firmaron los no agrupado Jaime Quito, Silvana Robles, Alex Flores, Víctor Cutipa, Flor Pablo, Alfredo Pariona; así como el podemista Carlos Zeballos.

Finalmente, se reportaron dos firmas de Acción Popular de parte de Luis Aragón y Raúl Doroteo. Sin embargo, este último presentó un oficio al oficial mayor del Congreso de la República, Giovanni Forno Florez, para pedir retirar su firma sin mayor explicación.

Al respecto, Roberto Sánchez, impulsor de la moción, informó a Correo que no se ha sumado ninguna firma más y que “no ve voluntad política” de parte de otros legisladores para sumarse.

La moción contra Soto se impulsó cuando se conoció que se benefició de una ley que prescripción del Congreso para salvarse de una condena, una supuesta contratación a la hermana de la madre de su hijo como trabajadora en su despacho, entre otros.

Posteriormente se conoció que trabajadores de Soto tenían como tarea atacar a otros congresistas de la región Cusco con cuentas, que arrastró una deuda desde hace 9 años y que habría plagiado su tesis. Sin embargo, sus colegas prefieren no cuestionarlo.