Víctor Zamora, ministro de Salud. (Foto: PCM)
Víctor Zamora, ministro de Salud. (Foto: PCM)

El ministro de Salud, Víctor Zamora sorprendió a propios y extraños al alertar al país de las dramáticas consecuencias que puede traer el COVID-19 en los próximos días.

Fue luego de anunciar la creación de un protocolo para el recojo de cadáveres con la finalidad de gestionar, de manera respetuosa y eficaz, el fallecimiento de una persona por COVID-19 y otorgar apoyo emocional a los deudos.

Este protocolo, explicó Zamora, comprende un grupo humanitario conformado ante “la necesidad de manejar los cadáveres con absoluta dignidad y respeto” y “que la muerte no sea un espectáculo denigrante para el fallecido ni para sus familias”.

“Hemos formado un equipo en el que está el Ministerio de Salud y EsSalud, que son los más grandes prestadores de salud”, dijo Zamora a RPP, tras señalar que también cuenta con la colaboración de las Fuerzas Armadas, la Marina de Guerra del Perú, la Policía y el Ministerio Público.

“Porque nosotros necesitamos que la acción sea rápida”, indicó Zamora.

En esa línea, dijo que “un grupo va morir en el hospital. En eso no hay problema. Otro grupo va a morir afuera del hospital, ya sea en su domicilio o fuera del domicilio, en la calle, en un albergue o en un penal”.

Indicó, además, que han detectado una demora en la identificación de los casos de personas fallecidas, debido a que estas viven solas o a la falta de un reporte inmediato ante la muerte de un posible infectado en la vía pública.

PREPARADOS. Ante lo que dijo Zamora, la titular del Comando de Operaciones COVID-19, Pilar Mazzetti, destacó la creación de grupos de trabajo para la atención de personas fallecidas.

“Creo que es importante reconocer lo que el ministro de Salud menciona: todos debemos estar preparados”, dijo Mazzetti.

Por ello, remarcó la importancia de que cualquier persona que pierda la vida por esta enfermedad, “sea tratada con la debida dignidad”.