Pedro Castillo refuerza su discurso duro desde Chota

El candidato presidencial de Perú Libre (PL), Pedro Castillo, ha ido modificando su discurso desde que se confirmó su pase a la segunda vuelta electoral. Si bien ha descartado desactivar instituciones como planteó originalmente en algunos mítines, el profesor decidió reforzar su discurso duro, así como remarcar la diferencia entre ricos y pobres.

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Un ejemplo de lo dicho anteriormente se enmarca en una entrevista que ofreció a una radio local el pasado 22 de marzo, cuando fue consultado sobre las transnacionales y aseguró que se sentaría con ellas: “Lo que tenemos que hacer es revisar esos contratos y entendernos. Sé que las empresas van a entender”.

Ahora, la intención de dialogar quedó atrás, pues Castillo Terrones fue enfático en señalar que convocará a un referéndum con la finalidad de revisar esos contratos.

Durante el debate en Chota, Cajamarca, afirmó que “las transnacionales han saqueado al país y son las que hoy están robando la riqueza del país”.

A esto se suma su exigencia a la Sunat para que cobre la deuda de las grandes empresas “tramposas” en el Perú.

Sin embargo, antes había dicho que respetaba y daría seguridad jurídica a todos los empresarios, por lo que pedía que no lo estigmaticen.

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Análisis

El politólogo Omar Awapara sostuvo que Castillo “reforzó más su discurso” en el tema económico, al brindar “un poco más de detalles” en las propuestas que impulsaría en un eventual gobierno.

Manifestó que las aparentes concesiones, que mostró el docente días atrás, “van más con qué cosas en realidad puede hacer el presidente de la República y en qué temas necesita llegar a un consenso”. Por ejemplo, lo ocurrido acerca de la desactivación de la Defensoría del Pueblo, Castillo dijo luego Castillo que buscaría reforzarla.

“Regresión (hacia su discurso duro) no, al contrario, diría incluso que ha reforzado lo dicho en la primera vuelta. Lejos de girar hacia el centro, como ocurrió con (Ollanta) Humala en el 2011. La sensación, en algunos aspectos, es que ha reforzado las ideas económicas en cuanto a que desafían el modelo actual”, señaló a este diario.

“Lejos de bajar el tono en alguna de sus propuestas, al revés, aprovechó espacios como el de ayer (sábado) para poner el pie en el acelerador”, recalcó Awapara.

Asimismo, consideró que Castillo expone ideas en su discurso “sin reconocer que hay varios obstáculos en el camino” u omite los pasos sobre cómo implementará sus propuestas: “Quiere defender las ideas en el campo radical de lo económico sin que ello signifique -me parece- aparecer como dictador, como imponer una voluntad, siguiendo los canales institucionales en teoría”.

Acotó que la candidata presidencial Keiko Fujimori por Fuerza Popular (FP) tampoco señaló cómo llevará a cabo “sus ideas fuerza”, expuestas durante el debate en Chota.

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Por su parte, para el analista Gonzalo Banda hay que entender dónde se da el discurso, pues Castillo trata de dirigirse a públicos distintos si está en un medio de comunicación o frente a un grupo de personas. “No me parece haber escuchado propuestas radicales en el sentido de que lo distingan de sus anteriores ofrecimientos”, precisó.

Desde su punto de vista, el profesor enfatiza (el mensaje) dependiendo del lugar donde se encuentre

“Me parece que se dirige a diferentes auditorios. Uno que tal vez puede estar temeroso de sus propuestas (...)”, indicó.

En otro momento, remarcó que Castillo mantiene tres o cuatro ideas fuerzas, que siguen siendo “los ejes de su campaña”.

¿VIABLES?

En diálogo con Correo, el gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE), Diego Macera, calificó como “muy complicada de implementar” la propuesta de Castillo de no importar productos que se desarrollen o produzcan en territorio nacional. Ello, al explicar que el Perú “ya tiene Tratados de Libre Comercio y compromisos internacionales de los que no se puede desprender fácilmente” y, en muchos casos, “no dependen únicamente del Ejecutivo”, sino también del Poder Legislativo.

“Por lo menos, en el caso de los Tratados con Estados Unidos o Europa, cualquier modificación en los términos de intercambio tendría que pasar por una revisión del Congreso”, indicó.

Macera manifestó que una medida de este tipo puede traer consigo “consecuencias inmediatas sobre la capacidad exportadora”. Es decir, limitar las posibilidades de los consumidores y empresas de importar insumos y bienes de capital del extranjero “de calidad o mejor precio”.

Sobre el planteamiento de Castillo de revisar los contratos con transnacionales y destinar el 70% de las utilidades al país, dijo que esto daría cuenta de un marco tributario poco atractivo y “le quitaría el aspecto de competitividad” a la inversión local y extranjera; mientras que destinar el 10% del Producto Bruto Interno (PBI) a Educación y otro monto igual a Salud resulta “absolutamente inviable”.

“En general es una mala idea gastar cualquier tipo de porcentajes del PBI. Pero hacerlo además con números que son imposibles terminan siendo una suerte de engaño para la población”, refirió.

ADVERTENCIA

“No puede prohibir (las importaciones), porque tenemos acuerdos de libre comercio con una serie de países”, fue la respuesta del exministro de Economía Alfredo Thorne, ante la propuesta que hizo Castillo.

Explicó que el precio de producir la mercancía internamente es mayor que las importaciones; por lo tanto, se generaría un aumento en los precios.

El economista Jorge Gonzales Izquierdo, calificó de “barbaridad” la posibilidad de prohibir las importaciones, pues tendría graves efectos como: el aumento de precio de productos, una menor cantidad transada, menor ingreso por recaudación al Gobierno y una pérdida de bienestar social importante.

“(Prohibir las importaciones) implicaría colaboración en ciertos aspectos del Congreso, lo que no estaría garantizado y provocaría problemas internacionales”, dijo.

Agregó que la medida conllevaría a posibles sanciones por parte de la Organización Mundial de Comercio.

Sobre la posibilidad de que las transnacionales entreguen el 70% de sus utilidades y se queden con el 30%, el exministro Thorne recordó que solo el Congreso puede definir los impuestos en el país.

Con el incremento del PBI para la educación o el sector salud, la situación sería similar, pues si bien el Ejecutivo presenta el presupuesto, es el Parlamento el que hace la aprobación.

“Si quisiera aumentar la asignación del PBI a la educación va a tener que mostrar que tiene acceso al financiamiento para realizar esos gastos e identificar en qué lo va a gastar”, argumentó.

[NOTA SACADA DEL IMPRESO DE DIARIO CORREO. PÁGINAS 2 Y 3]

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