El 9 de marzo de 2024, tres días después de haber jurado como presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén dijo en su primera entrevista que un aspecto fundamental para generar confianza es la seguridad ciudadana y la lucha contra la corrupción. Sin embargo, los datos evidencian que fueron solo palabras, pues los dos puntos que mencionó son las principales falencias de su gestión.
Muy por el contrario, su período al frente del Gabinete Ministerial se ha caracterizado por responder por las crisis del Gobierno de Dina Boluarte y defenderla ante la prensa de todos sus cuestionamientos, esto a pesar de que asegura que la mandataria “no necesita escuderos y es completamente autosuficiente”.
Por ahora, es el tercer premier más longevo desde que Pedro Castillo asumió hasta la fecha (ver infografía).
AL FRENTE
Gustavo Adrianzén no tenía ni un mes en el cargo cuando fue consultado durante una conferencia de prensa sobre el reloj Rolex que utilizaba la mandataria.
Días antes se reveló que Boluarte Zegarra utilizaba, en sus actividades oficiales, relojes de la marca Rolex que ascendían a los 14 mil dólares desde que asumió como jefa de Estado en diciembre de 2022.
“La señora presidenta ha sido lo suficientemente explícita respecto a estos reportajes de los relojes. Se trata de un tema personal que a mí no me corresponde abordar”, respondió Adrianzén en aquella oportunidad.
Incómodo por la insistencia sobre el origen de la ostentosa joya, el premier optó por retirarse y dar por concluida la conferencia.
Posteriormente, cuando el caso pasó a denominarse “Rolex” y la Fiscalía inició una investigación a la presidenta Boluarte por presunto enriquecimiento ilícito, el premier Adrianzén tuvo que minimizar el tema en cada oportunidad.
En agosto, la gestión de Adrianzén pasó a afrontar la crisis por los audios atribuidos al ministro del Interior, Juan José Santiváñez.
En aquella ocasión el premier defendió al titular del Interior que nombró, rechazó los audios por la forma en que fueron entregados a la Fiscalía y se mostró confiado en que las pruebas serían eliminadas.
En setiembre, le tocó sostener la gestión de Boluarte por dos crisis. La primera por el denominado Caso “Cofre”, por la presunta fuga de Vladimir Cerrón en el vehículo presidencial.
Consultado por el tema, el premier mencionó que toda la información del caso fue proporcionada a la Fiscalía.
La segunda crisis estuvo vinculada a los incendios forestales que reportaban 15 personas fallecidas, miles de hectáreas de cultivo afectadas y pérdida de ganado.
Para Gustavo Adrianzén, lo sucedido no era terrible porque -según indicó- los incendios son estacionarios y se replican cada año.
En tanto, la crisis más reciente que afronta son las constantes convocatorias de transportistas a movilizaciones por la grave ola de inseguridad ciudadana, específicamente, por el aumento de las extorsiones a diferentes gremios.
Por otro lado, Adrianzén defendió a Nicanor Boluarte, hermano de la mandataria, para quien la Fiscalía pidió prisión preventiva por el Caso Los Waykis en la Sombra. “Aquellos que estuvieron privados de su libertad, al último se les tiene que dar libertad por exceso. Se cumplen los plazos y yo pregunto, ¿Acaso hay acusaciones? ¿En qué se han convertido estas prisiones preventivas? en una suerte de condena sin sentencia. Es una suerte de escarnio”, dijo.
ESCUDERO
Durante su gestión, Adrianzén ha representado al Gobierno de Boluarte en diferentes aspectos, pero sobre todo ha jugado un rol fundamental cuando se trata de defender a la mandataria.
Hay varios episodios en los que Adrianzén hizo el papel de abogado de Boluarte. Para muestra hay varios botones.
Hubo una ocasión en que cuestionó la investigación preliminar que abrió la Fiscalía por el Caso “Rolex”.
“A mí me sorprende, en sobremanera, la insólita celeridad con la que se ha decidido el inicio de estas indagaciones preliminares. Discúlpenme, pero ¿ustedes tienen otros casos en los que se haya activado tan rápido el organismo?”, dijo ate la prensa.
Cuando la presidenta no fue vista por un tiempo en actividades y se especularon de intervenciones estéticas, el premier no confirmó si pidió licencia, pero aseguró que “la agenda de la presidenta es pública”.
Además, se desvivió en elogios luego del mensaje a la Nación por Fiestas Patrias.
“La señora presidenta ha dado a conocer todo lo que se hizo el último año en un mensaje a la nación muy completo, con mucho temple, en las cinco horas de discurso, que se dividió en dos grandes momentos”, afirmó.
El episodio más reciente que evidencia su defensa a la presidenta Boluarte, es la conferencia de prensa del miércoles, oportunidad en que pidió a los periodistas no preguntar más por el Caso “Cofre”.
“Por favor ya den vuelta la página a eso. Además eso está siendo investigado en la Fiscalía y ustedes dale que dale con la cantaleta”, reclamó.
En otro momento, dijo que por razones de seguridad, la presidenta Boluarte no puede ir diciendo a dónde va, con quién está, a qué hora se reúne y otros aspectos.
“Nada por el estilo, eso está regulado. Y repito, no es un capricho”, mencionó.
Los periodistas presentes también cuestionaron la actitud que tuvo la presidenta Boluarte un día antes, al responder con una actitud prepotente y soberbia a los cuestionamientos.
“¿Por qué no declara la presidenta? Ayer, lo hizo, pero no nos satisfacemos con nada. Yo la he visto muy bien, no sentí en ningún momento que haya sido ella prepotente ni mucho menos”, aseguró Adrianzén.
Desde su punto de vista, cuando la mandataria da “oportunidades” para que la prensa la enfrente, estas deben ser aprovechadas.
“Creo que ayer (martes) hemos perdido una brillante oportunidad para hacerle más preguntas y para tener más información”, declaró.
ANÁLISIS
Para el analista político Alejandro Rospigliosi, el premier Adrianzén es una persona poca empática con los ciudadanos y los medios de comunicación.
“No sé si hay una miopía o la presidenta no se da cuenta de que es urgente un cambio en la recta final de los 18 meses de gobierno”, indicó.
En diálogo con Correo, consideró que el motivo por el que Boluarte mantiene a Adrianzén es porque es el “único premier servil” que acepta la permanencia de Juan José Santiváñez como ministro del Interior.
“Cualquier otro premier lo primero que va a querer cambiar es al ministro del Interior. Es urgente una bocanada de oxígeno al Poder Ejecutivo”, apuntó.
Desde su punto de vista, es necesario colocar un premier empático, inteligente, operador político y que busque el equilibrio entre poderes.
“Al actual premier le quedó grande el puesto. Estaba bien cuando era procurador público del Ministerio de Defensa”, dijo el experto.