La comisión investigadora del , integrada por legisladores de la Comisión de Pueblos Andinos y que indagó por 90 días el ocasionado por la empresa , ya cuenta con un informe final -aprobado por la mayoría de su integrantes- de 330 páginas, donde se llega a más de 24 conclusiones, ¿cuáles son?

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Según la documentación a la que accedió Correo, una de las conclusiones que abordan los parlamentarios en la indagación es que el derrame de crudo- ocurrido el pasado 15 de enero- es definitivamente “el peor desastre ecológico en las costas peruanas”, que afectó un vasto mar productivo y lleno de diversidad de fitoplancton, zooplancton, bentos marinos, algas y fauna marina.

“Consideramos como crimen ecológico a todos los impactos generados y un atentado contra el patrimonio de la humanidad, afectando no solamente la si no también la biodiversidad de todo el mundo”, se acota en el informe.

Asimismo, se indica que el derrame de petróleo afectó a todos los componentes ambientales (agua, aire y suelo) y todos los seres vivos que se ubicaron en la zona impactada, en todos los niveles taxonómicos. “Si bien los impactos iniciales ya se van dejando de evidenciar por las acciones de limpieza, aún existen zonas, sobre todo las de difícil acceso donde quedan los rastros del hidrocarburo, es necesario que el en su rol fiscalizador, se encargue de evidenciar cada uno de los lugares que faltan limpiar y poner las sanciones correspondientes”, se acota.

En otro punto se detalla que el derrame de crudo de buzios en el Terminal Multiboyas N° 2 de la Refinería la Pampilla S.A.A., afectó 11 060,31 ha. de zona marino costera, “determinando 66 zonas con presencia de hidrocarburos de petróleo, estando conformadas por 46 playas y 20 puntas y acantilados, además se afectaron la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras y la Zona Reservada Ancón, en 2311.14 ha y 1357.15 ha respectivamente”.

“De haber existido una correcta notificación a las autoridades las acciones iniciales de contingencia hubieran sido más efectivas y por lo tanto se hubiera podido evitar un mayor impacto en el ecosistema, sin embargo, la empresa en todo momento mencionó tener un “derrame controlado” y que activaron su plan de contingencia de forma inmediata. Esta comisión considera las notificaciones como un agravante para el presunto delito de contaminación ambiental, puesto que, al no informar la cantidad derramada y la ruptura total de los carretes del PLEM, lo que consideramos un “derrame incontrolado”, puesto que no había ninguna válvula que frene el retorno de combustible desde el punto de ruptura hasta la ubicación de la válvula en tierra (4.5km aproximadamente), se dejó de comunicar información valiosa para la valoración de la necesidad de activar el plan de contingencia de DICAPI, es así que, este se activa recién el 20 de enero, cuando ya el hidrocarburo había afectado las dos áreas naturales protegidas”, se detalla.

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Se agrega que la Refinería la Pampilla S.A.A. no contaba con barreras de contención exclusivas para la descarga del Buque Tanque Mare Doricum en el Terminal Multiboyas y que, la información inexacta del derrame de crudo de buzios referido por la empresa Relapasaa a las autoridades pertinentes, informando un total inicial de 0.16 barriles y 2.5 m2 de área afectada, se repite con la conducta adoptada también en el año 2013 por un hecho similar de derrame de hidrocarburos.

“Esto generó que las respuestas sean tardías ocasionando que los daños al ecosistema del medio ambiente sean más drásticos”, se precisa.

Mira aquí las otras conclusiones:


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