La profesora Rosemary Pioc Tenazoa, presidenta del Consejo de Mujeres Awajún, dialogó con Correo sobre la situación en Condorcanqui a un mes y medio de que denunciara que 524 niños, niñas y adolescentes fueron violentados sexualmente por sus propios docentes y a que los ministros Morgan Quero y Ángela Hernández se refirieran al hecho como “prácticas culturales”.
¿Cómo siente que ha reaccionado el Gobierno a su denuncia?
Vemos la lentitud y también que el Gobierno está haciendo trabajos no articulados. Eso nos preocupa pues los sectores como la sociedad civil, las organizaciones de bases, federaciones y líderes y lideresas no son tomados en cuenta en las actividad que vienen realizando.
¿Y por eso su decisión de no aceptar la invitación a dialogar del ministro Morgan Quero?
¿En qué momento me ha invitado el ministro? Que no mienta.
Dijo que llegó a Condorcanqui, la invitó a dialogar y que no aceptó ...
Él se refiere a cuando yo le exigí que pidiera disculpas por lo de afirmar que las violaciones a niñas son prácticas culturales, pero ahorita no vemos la seriedad del caso y queremos trabajos articulados. Estamos pidiendo una mesa intergubernamental para incluir a todos los sectores porque se ve que viene un ministro, luego al mes viene otro ministro y así.
Entonces, ¿cada uno llega y ofrece algo distinto?
No hay absolutamente nada, solo están haciendo visitas de turismo. El lunes o martes llegó el ministro de Salud (César Vásquez) y solamente lo han recibido las instituciones. Nos enteramos ya cuando están reunidos a puertas cerradas...
¿No quieren hablar con quienes denuncian?
Eso, precisamente, es lo que está pasando. Además, no están llegando a los lugares donde realmente se requiere el apoyo. Ni el ministro de Educación (Morgan Quero) ni de la Mujer (Ángela Hernández) están tomando en serio su trabajo.
¿Deben ser censurados?
Sí, estoy de acuerdo (con la censura) porque no están tomando interés. Las cosas (en Condorcanqui) están graves. Ayer (viernes) recibí una denuncia de que un niño de nueve años había sido violado por su profesor. Si esto pasa cuando el Estado dice que están trabajando en la zona, ¿qué podemos esperar?
¿Las violaciones continúan en Condorcanqui?.
Sí, ayer (viernes) entregué la información al Centro de Emergencia Mujer (CEM) para que intervenga con la Policía, pero siguen habiendo casos. Entonces, no se está viendo el trabajo del Estado y eso es lo que nos preocupa porque hay mucha desprotección a las niñas y niños que son víctimas, los 524, siguen desprotegidos por el Estado. Los ministros llegan a la provincia, se encierran y ni siquiera hay una convocatoria a las autoridades, a los apus, para sensibilizar. Ni siquiera a las mujeres nos toman en cuenta y ahora el ministro viene a decir que me ha invitado.
¿Ustedes, como comunidad, qué están pidiendo?
Nosotras exigimos la inmediata intervención a los sectores más afectados, que llegue la ayuda. Que no dejen la ayuda en Bagua porque si entra por allí, nunca va a llegar donde se necesita.
Es una denuncia grave...
Así es y eso a nosotros no solo nos incomoda sino, más que nada, nos preocupa porque, justamente, le hemos pedido la atención principal de la problemática que es la reparación de estas niñas que han sido violentadas sexualmente. Nos preocupa el aspecto penal y también las medidas de protección a las 524 víctimas que están en total desprotección y viven con sus agresores
Pero el ministro ha dicho que ya han sido separados...
En realidad, no. Hay un director que ha violado a tres niñas y sigue trabajando ¿Sabe a quién han sacado? Como dijeron que mi hermano violó, lo sacaron a él, pero el documento donde lo retiran dice “por estudios no concluidos”, en ningún lado dice por violador. Entonces, es una venganza porque denunciamos. Es indignante, pero nosotros vamos a seguir hasta el final, luchando, pidiendo justicia por estos niños y niñas.
¿Qué opina de cómo está actuando el Gobierno?
Como se les ha denunciado públicamente, lo que quieren es quedar bien y decirle al pueblo peruano que están haciendo un trabajo eficiente, que ya se está este protegiendo a las niñas, cosa que no está ocurriendo.
Y usted, ¿se siente segura?
No, yo no estoy segura. No ando tranquila porque estoy recibiendo amenazas e, incluso, casi me agreden. He pedido medidas de protección.