La congresista Rosío Torres (APP) parece tener una burda estrategia para limpiarse de la denuncia por el recorte de sueldo de sus trabajadores: que su sobrino asuma toda la responsabilidad de los hechos.
Y es que su familiar Juan Daniel Pérez Guerra, implicado en la acusación, dijo que hizo todo por “cuenta propia”.
“Quiero pedir disculpas pública a la señora congresista Rosio Torres Salinas por haber abusado de esa confianza y haberme excedido con los trabajadores”, afirmó.
APEPISTAS
Durante su presentación ante la Comisión de Ética, Juan Pérez, sobrino de Rosío Torres, aseguró que las entregas de dinero tuvieron como destino final su persona y no las cuentas de la parlamentaria.
Afirmó que los aportes que recibió fueron para fundar el movimiento regional “Rescatamos Loreto”, mientras que otros depósitos eran de préstamos personales.
También se presentó Manuel Masías, quien ejerció funciones cuando Torres era presidenta de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales (SAC). Él descartó haber escuchado sobre recorte de sueldos o que le hayan solicitado algún aporte.
Al no recibir más preguntas, pidió la palabra para emitir un discurso a favor de Torres.
Mientras que Miriam Tito destacó que Torres “apoyaba una infinidad de casos”.
Curiosamente, los dos personajes mencionados son militantes de APP.