Conocida como trastorno afectivo estacional, esta depresión aparece durante la temporada de frío y suele afectar a millones de personas alrededor del mundo.
Conocida como trastorno afectivo estacional, esta depresión aparece durante la temporada de frío y suele afectar a millones de personas alrededor del mundo.

La depresión estacional es un trastorno vinculado a la reducción de luz y los cambios estacionales que se manifiesta con síntomas como tristeza persistente, falta de energía y sueño incrementado. Es importante reconocer los signos tempranos y buscar apoyo profesional si persisten los síntomas para cuidar de la salud mental.

El Dr. Jorge De la Vega, psiquiatra de Clínica San Juan de Dios Lima, comparte 5 consejos que, junto al acompañamiento profesional, pueden ayudar a superar este cuadro depresivo.

  1. Exponerse a la luz: Durante el invierno, cuando los días son más cortos y hay menos luz solar, muchas personas experimentan una disminución en su bienestar emocional. Para contrarrestar esta baja de energía, y como primera recomendación, se sugiere salir al aire libre durante las horas del día para exponerse a la luz natural, incluso en días nublados, ya que la exposición indirecta también resulta beneficiosa en estos casos. Si se está dentro de casa, maximizar la luz natural abriendo cortinas y persianas o usar bombillas de luz blanca brillante en espacios interiores para mantener niveles adecuados de iluminación. Esto ayudará a regular el estado de ánimo al influir positivamente en los ritmos de actividad de neurotransmisores y otras biomoléculas cerebrales asociados con el bienestar.
  2. Hacer ejercicio regularmente: El ejercicio regula los ritmos de actividad de neurotransmisores y neuropéptidos que están asociados con la sensación de bienestar y el estado de ánimo. La actividad física regular, no solo mejora la salud física, sino que también tiene un efecto positivo en nuestro humor y puede reducir los síntomas de la depresión. Incorporar rutinas de ejercicio aeróbico como caminar, correr o nadar puede ser especialmente beneficioso, la clave está en encontrar la actividad ideal que sea agradable y factible de realizar. Pero ¡ojo!, de preferencia en el día, pues realizarlo en altas horas de la noche podría retrasar la regulación del estado de ánimo en la depresión invernal.
  3. Mantener una alimentación balanceada: Los alimentos que se consumen diariamente no solo proveen energía, sino que también suministran nutrientes esenciales para el funcionamiento óptimo del cerebro y la regulación del estado de ánimo. Incluir frutas y verduras frescas, fuentes de triptófano y vitamina D , así como la moderación en el consumo de azúcares y alimentos procesados, también contribuye a mantener un equilibrio nutricional que puede impactar positivamente en la salud mental. Una dieta rica en estos nutrientes no solo apoya la función cerebral y emocional, sino que también fortalece el sistema inmunológico, crucial durante los meses de invierno.
  4. Crear una rutina de sueño óptima: El sueño regular y de calidad es vital para el funcionamiento del cerebro, y el ciclo de luz-oscuridad es su principal sincronizador. Durante los meses de invierno, la menor duración del brillo solar produce alteraciones en los ciclos de sueño, y en la actividad de neurotransmisores como la serotonina y otros implicados en la regulación del estado de ánimo. Establecer una rutina de noche consistente, donde se vayan a la cama y se levanten a la misma hora todos los días, puede ayudar a mantener estables los ritmos circadianos, esto es especialmente importante porque los ritmos circadianos influencian diversos procesos biológicos, incluyendo el metabolismo y la función cognitiva. Está demostrado que los trabajadores por turnos tienen mayor riesgo de depresión.
  5. Consultar con un profesional de la salud mental: La depresión estacional puede tener un impacto profundo en el bienestar emocional y la calidad de vida de quienes la experimentan. Es importante reconocer los síntomas tempranamente y buscar ayuda profesional cuando sea necesario. Si se presenta falta de energía, incremento inusual o pérdida de apetito, estado de ánimo deprimido durante la mayor parte del día, pérdida de interés en actividades que solía disfrutar y problemas de sueño, esto durante un periodo de tiempo prolongado y afectando significativamente la vida diaria y las relaciones personales, buscar ayuda profesional será lo ideal para determinar el tratamiento a seguir.

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