En países tan diversos como EE.UU. Chile, Inglaterra, Israel, etc. cada vez se hace más crítico el hecho que los docentes abandonan su carrera al cabo de 3 a 5 años de ejercicio profesional.

Usualmente las áreas de informática, tecnología, ciencias, matemáticas, talleres e inglés son aquellas en las que los docentes logran más fácilmente encontrar mejores opciones salariales fuera de la escuela.

Las razones que dan los docentes para abandonar la profesión son diversas pero podrían agruparse en las siguientes: bajos salarios, pobres condiciones de trabajo, comportamiento de los estudiantes que incluye agresiones verbales y hasta físicas a los maestros, falta tiempo de planificación, mala gestión de liderazgo del equipo directivo, no sentirse escuchados ni apoyados, clima laboral tenso y falta de autonomía profesional. Se sienten solos, sin apoyo cuando hay algún conflicto con padres y sin espacio para hacer mejoras o cambios.

Un maestro estresado, hambriento y humillado no tiene el combustible para mantenerse en la profesión y responde renunciando.

Acá hay un desafío importante para los colegios cuyos directivos y APAFAS quieren prevenir el desánimo, abandono y la alta rotación docente. Si logran crear un buen clima laboral, evidenciar cuidado y respeto por los docentes, expresarles reconocimiento y gratitud aún si hay ocasionales razones para criticarlos, acompañarlos en sus momentos de dificultad, ofrecerles incentivos y capacitaciones interesantes, se crearía una red de soporte emocional que podría nutrir su autoestima docente y mantener activa su pasión por la enseñanza.