Los pequeños lectores prefieren los libros que les cuenten historias y tengan la magia de transportarlos a otras dimensiones en el vuelo de su imaginación.
Los pequeños lectores prefieren los libros que les cuenten historias y tengan la magia de transportarlos a otras dimensiones en el vuelo de su imaginación.

Los docentes de inicial, primaria y secundaria deben tener en cuenta que los alumnos están ávidos de leer libros que representen sus aspiraciones, sueños y sean interpretación del mundo. Por lo tanto, debería elegirse libros de autores que consideren y valoren las leyes psicológicas del aprendizaje; y que estén vinculados a la comunidad con sus características lingüísticas, culturales, sociales, y, además, que motive y apoye uso del vocabulario para mejorar la destreza básica del idioma.

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En otra margen

Generalmente, los libros de texto, que se aplican en algunos centros educativos, no provocan el interés de los niños, por cuanto tienen una función aún totalizadora en lo didáctico y en la enseñanza de conocimientos, que se presumen importantes para el desarrollo intelectual y profesional de los niños.

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Preferencia

Los pequeños lectores prefieren los libros que les cuenten historias y tengan la magia de transportarlos a otras dimensiones en el vuelo de su imaginación. La creatividad y la recreación son facultades que nos caracterizan a los seres humanos. Los niños son magos, tienen amigos y animales imaginarios; muy independientemente de su condición social y racial, tienen derecho a ser tratados con respeto y afecto, por eso mismo les corresponde el derecho de acceder a las obras literarias de la literatura infantil que, mediante poemas y cuentos, además de despertar su fantasía y creatividad, les facilite desarrollar su capacidad verbal y romper barreras emocionales.

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Correspondencia

Los libros que se les ofrezcan o provean tienen que tener contenidos basados en sus necesidades emocionales e intelectuales de los niños. Se debe incidir en el desarrollo integral, con libros que estén elaborados con criterios más lúdicos que didácticos, considerando que los libros infantiles deben tener la fuerza de captar la atención del infanto-juvenil, fomentar el hábito de la lectura y reafirmar en cada lector la autoestima y la mejora de su conducta personal.

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Disyuntiva

No obstante, actualmente a los niños ya no les gusta los cuentos y poemas que aparecen con excesiva fantasía, pues han madurado con la tecnología, superan lo que les ofrecen los textos foráneos. Los niños prefieren una literatura que esté exenta de la sentencia académica moralista que afecta su nivel sensorial. Para ellos, los refranes, moralejas y sentencias, tienen que actualizarse, mínimo adaptarse. Ahora buscan libros que les permita viajar en “mente” y “ser”, desde y en su propio mundo cognoscitivo. Optan por elegir libros que expresen sus sentimientos y pensamientos de manera auténtica y recreativa. Es decir, el niño y su época.

Alternativa

Los maestros conscientes han constatado, en su experiencia propia, que los estudiantes prefieren los libros que narran historias verdaderas, pero que también incluyen elementos ficticios, a menudo sobrenaturales. Siguen vigente las historias contextualizadas en lugares y tiempos que resultan familiares a los integrantes a una comunidad, y que suman a la narración cierta verosimilitud.

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Literatura oral

Las leyendas y los cuentos populares de nuestros valles y zonas andinas, y que se desarrollan habitualmente en lugares y tiempos reales, son reconocidos por los alumnos lectores sin mayores dificultades mientras se deleitan. Tener presente que un buen libro es aquel que representan su mundo cognoscitivo, aunque en la trama participen personajes y elementos ficticios, por cuanto estos brindan un toque de magia. Las narraciones de la tradición oral son transmitidas de generación en generación y son excelentes recursos de clase cuando se usan adecuadamente en la escuela y conforme al interés de aprender de los niños. Tener presente siempre que los cuentos populares transmiten sabiduría acumulada durante siglos, pues son historias, de realidad y fantasía.

Las leyendas y los relatos de nuestra cultura, en la región La Libertad, han sido recogidos en libros de Saniel Lozano Alvarado, Eduardo Paz Esquerre, Juan Paredes Carbonell, Adolfo Alva Lezcano y Teodoro Bernabé, entre otros. Esta literatura es apta para niños, jóvenes y adultos, quienes gozan de estas historias, y se orientan hacia un mayor conocimiento de nuestros valores culturales y hacia un mundo lleno de sabiduría popular.

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Poemas

Los niños se identifican más con rima fácil, con un léxico accesible y una estructura que conlleve musicalidad en la lectura. La rima puede obviarse por el verso libre en cuanto se mantenga acercándose a la prosa poética. Es importante incluir valores básicos y reforzar el significado de palabras que hablan de sentimientos y emociones.

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Creatividad en la poesía

Un beneficio de incluir poemas cortos en la lectura infantil es la estimulación de la creatividad. Los poemas inspiran a los niños a pensar de manera creativa, a jugar con las palabras y a experimentar con diferentes formas de expresión. Se inclinan a crear sus propios poemas.

Ilustraciones

La literatura infantil, además de tener textos interesantes, debe estar bien acompañada de ilustraciones que ayuden a comprender con mayor precisión el contenido del libro. No es conveniente elaborar a nombre de “literatura infantil”, textos con letra apretada y menuda, y dibujos de mal gusto. A los niños no se les puede dar gato por liebre.

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