El reconocido director de teatro Francisco Tello, quien dirigió “La Nona”, expresó que “El teatro es algo inherente al hombre y nace como una necesidad de expresión”.
El reconocido director de teatro Francisco Tello, quien dirigió “La Nona”, expresó que “El teatro es algo inherente al hombre y nace como una necesidad de expresión”.

El reciente 6 de junio falleció Roberto Cossa, destacado dramaturgo argentino. Sus obras más sobresalientes son “La Nona” (1977), “Yepeto”, “Gris de ausencia” y “Tute cabrero”. Varias fueron llevadas al cine. Los liberteños tuvimos la oportunidad de ver a “La Nona” el pasado 20 de abril en el gran Teatro UPAO. La obra es una de las más trascendentales del teatro argentino y se ha traducido al inglés, alemán, ruso y latín. “La Nona” sigue representándose por más de 40 años.

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En escena

“La Nona” se escenificó en el marco del “III Festival de Teatro de Trujillo” y fue dirigida por Francisco “Packo” Tello. La tragicomedia, en realidad, es una terrible tragedia, surreal y absurda. Muestra la decadencia de una familia desesperada ante una anciana que requiere de atenciones alimentarias por cuanto goza de cien años de edad (La Nona). La obra expone la situación socioeconómica de la década de 1970 en Argentina, en el contexto de una familia de clase trabajadora en una sociedad que lucha por progresar.

Dirección. El reconocido director de teatro Francisco Tello, quien dirigió La Nona, expresó que “el teatro es algo inherente al hombre y nace como una necesidad de expresión”. “La realidad nos impacta y ese impacto lo tomamos, lo procesamos, y al momento de expresar esa realidad desaparece para que aparezca la artística”. Y, ciertamente, se refleja en la calidad interpretativa de los actores.

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Personajes

Notoriamente se identifican a Carmelo Spandone y su esposa María, y Martita (la hija), Chicho (hermano de Carmelo, el desempleado), Anyula (la tía solterona), la Nona (la insaciable abuela) y don Francisco (candidato a pertenecer a la familia). Este núcleo familiar enfrenta a la realidad que mediante las herramientas teatrales de comedia se convierte en tragicomedia. De la preocupación a la recreación, de la zozobra a la intriga para la superación.

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Los actores

Los artistas son trujillanos y representan a personajes vinculados a la “Nona” y teatralizan a la clase media que se emparenta con nuestra realidad social. Aldo Polti hizo de la Nona, inconmovible e indiferente. Jim Pflucker representó a un exhausto Don Carmelo; Yadira García actuó como la afligida María. La actriz Violeta Garfias personificó a Anyula, desdichada y triste. El reconocido Marco Ledesma apareció como Francesco. La actuación de Chicho la cumplió Yusepi Díaz, expresó lo trágico e irónico. El papel de Martita le correspondió a Julia More. Todos de notable actuación.

Argumento

La familia tiene como subsistencia los ingresos de un puesto en el mercado. Don Carmelo, el padre, se desespera ante la carencia de dinero porque no abastece a las necesidades diarias. Entonces, su esposa María y Anyula —nieta de la Nona y Carmelo— lo revitalizan. Sin embargo, Chicho, el otro nieto, no asume desempeño alguno bajo el pretexto de que es un “artista”. Todos se ven en la preocupación y responsabilidad de saciar el apetito incontrolable de la Nona. Ante esta situación, Carmelo y María deciden que la Nona se case con Don Francesco, quien es bastante mayor. Este, en el fondo, desea a Martita, hija de ambos. “La Nona” está escrita y escenificada con humor negro y de fuerte sátira social por cuanto se critica a la corrupción, y a la carencia de valores en la sociedad contemporánea.

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Tragedia y desenlace

La obra teatral expone la tragedia cuando vacían la casa; venden hasta los muebles. Y la Nona, insensible e irracional sigue pidiendo qué comer. En su necesidad llega a consumir las flores. Ante lo incontrolable, quienes la rodean pretender acabar con ella envenenándola. El veneno por equivocación lo consume Anyula y muere. Después, fallece Martita, por el cansancio de su “trabajo” nocturno. También muere Don Carmelo y María se va. Chicho queda al final, él decide disparar a la Nona, en el momento decisivo, sus sentimientos lo impiden. Contrariamente se suicida. Y, la Nona sigue pidiendo qué comer.

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El mensaje

A quienes hemos asistido a la función, nos compromete como testigos del declive familiar, donde la Nona, al margen de comer y comer, nos muestra la descomposición económica y descompostura moral de las sociedades latinoamericanas de esa década y de las actuales. No estamos lejos de esa realidad dramatizada. ¿Cabe la reflexión, cuántas familias argentinas, venezolanas y peruanas hoy viven casi el mismo drama? El teatro UPAO acertó al actualizar la obra, y la convocatoria de actores locales es plausible porque demuestran su alto nivel de actuación. Por lo tanto, también debemos destacar la labor de Omar Tello, coordinador artístico y programador del teatro VRLI.

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Teatro en Trujillo

Enhorabuena el Festival de Teatro de Trujillo por fortalecer las manifestaciones actorales, así también corresponde reconocer a las instituciones públicas y privadas vinculadas a la cultura, por mantener su apoyo y sentido humanista. A nuestra juventud le falta arte y deporte, y hay que facilitarlos. El teatro siempre será comunicación y expresión artística que se renueva y evoluciona adaptándose a la sociedad actual. De lo presenciado en el festival, el arte es imprescindible para exponer temas sociales y culturales, promover valores y virtudes. Siempre hay que ir al teatro.

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