Aida Pelosi Bergna es escritora peruana. Foto: Cortesía.
Aida Pelosi Bergna es escritora peruana. Foto: Cortesía.

POR: SARKO MEDINA

Aida Pelosi Bergna es escritora peruana de ascendencia italiana, egresada del Colegio Santa Úrsula (promoción 1956) con el lema “Serviam” que guía su vida y obra. Escribe novelas románticas, poemas, poesías y es aficionada a la pintura. Su trabajo literario ha sido publicado en la revista mexicana “Mujer Vida y más”, donde sus historias como “Viaje a Grecia”, “Italia Romántica”, “Cerdeña”, “Inolvidables Años” y “El Amor de la Rosa” han tenido gran acogida entre lectoras latinoamericanas.

Aida, ¿Cómo influye tu fe en tus historias románticas? Esa pregunta siempre la respondo con las palabras tan sabias y significativas de San Juan Pablo II: “La fe, hay que vivirla”; es creer, sentir en su interior que existe, cuando la esperanza la secunda. No tenerla me haría sentir vacía y sin respuesta. “Serviam” es mi lema escolar; soy ursulina del Colegio Santa Úrsula de Madres Ursulinas; servir con cortesía, lealtad y valor... Estas son las enseñanzas del colegio que me hace sentir necesaria.

¿Cómo se recibe tu narrativa romántica fuera de Perú? Fue muy reconocida, causando expectativa de muchas seguidoras, de más de cientos de lectoras esperando nuevas historias cada fin de mes; el elemento del amor, el entusiasmo que podía despertar.

Escribes para niños en “Aguiluchos” ¿Qué te exige más: el romance o la literatura infantil? Me siento más identificada con la literatura infantil; mi infancia, mi niñez, fue muy feliz; un hogar maravilloso; mis padres muy religiosos, un tío sacerdote misionero franciscano que me enseñó los valores. Con los niños me siento una niña más... Por tanto, me exige de alguna manera más el romanticismo; puesto que es una inspiración más elevada que me lleva a expresar el amor.

Cuéntanos sobre tus cuentos infantiles “Abuelo Noel el zapatero” y “El niño David y su acordeón”. Sobre “Abuelo Noel el zapatero”, expresar que de pequeña conocí cerca de mi casa a un señor zapatero de oficio, ya con años; era un anciano. En plena calle, en una vereda muy estrecha, sentado en una banca, martillo en mano y otras herramientas, bajo el sol o la lluvia, siempre remendando zapatos, los hacía revivir... así me inspiré a escribir esta historia. En tanto a “El niño David y su acordeón”, resulta que al realizar hace unos años atrás un viaje a Argentina, Buenos Aires, en la calle de Florida, vi a un niño sentadito en una pequeña banquita tocando un pequeño acordeón; a su lado, en el suelo, una boina de su padre recolectando las propinas. Lo que más me llamó la atención: este niño de bucles dorados con una sonrisita me miró tan angelical al darle unas monedas. Regreso del viaje, y con el tiempo, una noche pensando en este niño, me levanté muy temprano, al amanecer, y empecé a escribir una historia sobre él. Y ahora han pasado tantos años, y mi pregunta es ¿ya será un jovencito? ¿Un profesional? Quizá si regresara un día a la misma esquina, ¿lo volvería a ver?

¿Tu hija Aida Orezzoli ha sido clave en difundir tu trabajo? Sí, mi hija es quien me sugirió presentar mis relatos, poemas, escritos, inicialmente, a la revista misionera Aguiluchos, con mucha acogida. Siendo mi primer relato “El canto del ruiseñor”, que también fue un relato que lo viví tan real; pues ver a las 5 pm pasar volando los ruiseñores desde el parque el Olivar en San Isidro. Eso me lo comentó un señor sentado al lado mío en una banca, exclamando: “No deje de venir a esta hora; este es el horario de estas aves”. Muy dichosa de haber podido compartir con la familia comboniana este inicio. Luego vendrían poemas como “Dios está a mi lado” a través del periódico católico “Correo Mariano”. Posteriormente, la etapa de radio con “Los Cuentos de Aida” como programa conjuntamente con mi hija.

PERFIL

Aida Pelosi Bergna. Egresada del Colegio Santa Úrsula (promoción 1956). Escribe novelas románticas, poemas, poesías y es aficionada a la pintura. Junto a su hija Aida Orezzoli crearon el programa radial “Los Cuentos de Aida”

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