Iniciativa en Casimiro Cuadros para luchar contra este mal social. Población resalta la labor de la Policía, Ministerio Público, Demuna y diferentes organizaciones. (Foto: Difusión)
Iniciativa en Casimiro Cuadros para luchar contra este mal social. Población resalta la labor de la Policía, Ministerio Público, Demuna y diferentes organizaciones. (Foto: Difusión)

Para fiscales y policías, usar el término “vivir con el enemigo”, ha significado que muchas de las víctimas de violencia tengan que vivir con su agresor, más aún en tiempos de COVID-19 durante el confinamiento en las viviendas. La violencia en tiempos de COVID ha provocado que diferentes actores de nuestra justicia empleen nuevos métodos y procesos para hacerle frente y buscar una solución, como es el caso de la comisaría de Casimiro Cuadros, en la parte alta del distrito de Cayma.

En efecto, son 31 policías, entre personal de Familia, Guardia, Administrativos, Investigación Criminal y el mismo comisario quienes decidieron unir esfuerzos para llevar adelante el programa al que llamaron “Mujer, tú eres importante, capacítate y empodérate”. Para conocer sobre este programa, decidimos visitar la comisaría de Casimiro Cuadros ubicada en la calle Justiniano Velarde S/N en la parte alta del distrito de Cayma.

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Sus instalaciones son pequeñas, pero eso no fue impedimento para convertirlas en una base para luchar contra la violencia. Allí encontramos al alférez PNP Jhonatan Anastasio Nieves y a la suboficial de primera, Verónica Ticona Choque quien prácticamente es la madre del programa mencionado.

Capacitaciones y charlas por parte de la Policía les han dado una nueva vida y un compromiso para seguir ayudando a los vecinos de Cayma. (Foto: Juan Guillermo Mamani)
Capacitaciones y charlas por parte de la Policía les han dado una nueva vida y un compromiso para seguir ayudando a los vecinos de Cayma. (Foto: Juan Guillermo Mamani)

Nos explica que en este sector siempre se reportaron casos de violencia familiar, pero durante la temporada de pandemia las denuncias no llegaban a la comisaría, es por eso que decidió plantear este programa a su alférez quien de inmediato se reunió con todos los agentes para comenzar a trabajar. Amparados en la Ley N° 30364 que brinda diferentes lineamientos para erradicar la violencia familiar, los agentes quisieron ir más allá y personalizar este trabajo.

La temática era sencilla, pero a la vez ambiciosa, desde inicios de año, ellos mismos iban a ir casa por casa para, primero, encontrar si es que había casos que reportar, y segundo, para dejar números telefónicos o direcciones donde podían acudir las eventuales víctimas, el fin era que ellas puedan capacitarse y recibir asesoramiento continuo.

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Al principio íbamos a las casas y no nos querían abrir, o tenían miedo, nos decían siempre que todo estaba bien, pero poco a poco, ganamos la confianza de la gente y ya denunciaban su caso, o pedían ayuda”, nos cuenta la suboficial Verónica mientras se dirigía a tres señoras en una oficina que acondicionaron para brindar charlas, todo con los protocolos para evitar un posible contagio de la COVID-19. Inclusive, en otro ambiente, cuando recibían una denuncia de una madre familia, pusieron una cuna y una pequeña mesa para que sus hijos puedan estar entretenidos, entendiendo que muchas veces acuden a la comisaría acompañado de sus hijos.

El siguiente paso, una vez realizada la denuncia y luego que se dieran las medidas de protección, era realizar el monitoreo y vigilancia de las víctimas, pero con mayor frecuencia. Y esto no era solo por parte del personal de Familia, sino de toda la comisaría para cubrir un mayor rango.

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Entre una o dos veces por semana, los policías iban a las casas, entrevistaban a la agraviada y en algunos casos conversaban con el agresor para hacerle entender de los riesgos penales que podrían hacerse acreedores de continuar con una actitud violenta.

Este es el punto más fuerte, el comisario de Casimiro Cuadros consiguió algunos convenios con el Ministerio de la Mujer, Demuna y otros organismos para primero capacitar a todo el personal pues serían ellos los encargados de empoderar a las mujeres en la defensa y conocimiento de sus derechos.

Ese fue el primer paso, cuando íbamos a las casas también se brindaban charlas y el personal tenía que conocer el tema, algunas veces participaba toda la familia y con las que ya estábamos trabajando, avisaban a sus vecinas, familiares y otros, fue un trabajo en cadena”, dijo el alférez.

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Cada vez eran más personas que requerían o necesitaban estas charlas y capacitaciones por lo que ya se organizaban con las juntas vecinales para ubicar ambientes más grandes y llegar a más gente. El trabajo fue tan positivo que otras comisarías del distrito comenzaron a imitar este programa para sus propias jurisdicciones.

También se notó la participación más activa de las juntas vecinales como nos lo cuenta la señora Susana, coordinadora de estas organizaciones en Casimiro Cuadros. “Yo llego a la comisaría al ver la participación de la Policía, la señorita Verónica está siempre al tanto de nosotras, entonces, comenzaron a capacitarme a mí para poder identificar y saber qué hacer cuando ocurre un acto de violencia”, nos cuenta.

Personal policial va a las casas de los vecinos constantemente, y la población pide que hayan más charlas. (Foto: Difusión)
Personal policial va a las casas de los vecinos constantemente, y la población pide que hayan más charlas. (Foto: Difusión)

Además, esto le permitió tener más proximidad con los vecinos. “A través de la Policía y las capacitaciones, conseguí que aquellas mujeres puedan denunciar el hecho, a veces vengo con ellas, entonces hay un lazo que genera confianza”, agrega.

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Como coordinadora, ella ha observado que a todas las vecinas que ayudó se encuentran más empoderadas y ahora se dedican también a conversar con otras vecinas para no callarse cuando son víctimas de violencia. Espera que con el paso de los meses haya más coordinadoras que también puedan ayudar en el barrio.

En la comisaría también están otras dos señoras que afirman que su vida cambió radicalmente cuando llegaron a la dependencia policial, no solo notaron un apoyo de las autoridades, sino el calor de una nueva familia.

“Yo me di valor, yo tuve 11 hijos, bueno tuve problemas con mi pareja, gracias a esta comisaría, a la señorita Verónica soy otra, he aprendido a quererme, a valorarme, me levanto contenta y yo sé que cuando pase algo, la Policía de mi barrio estará allí”, refirió doña Carmela, quien ahora espera más apoyo de las autoridades pues a parte de la violencia, también la pobreza y las necesidades son un problema latente.

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Doña Carmela ahora se da el lujo de capacitar a sus hijas, cuando ve que tienen problemas, ella les recomienda que hacer, como actuar, gracias a lo aprendido en las capacitaciones del programa policial. La señora Dionisia es otra participante activa en las capacitaciones, ella afirma brevemente que tuvo problemas con sus familiares, pero con el monitoreo constante de los agentes, se siente más segura.

Jhonathan Anastacio Nieves, comisario de la dependencia Casimiro Cuadros de Cayma. (Foto: Juan Guillermo Mamani)
Jhonathan Anastacio Nieves, comisario de la dependencia Casimiro Cuadros de Cayma. (Foto: Juan Guillermo Mamani)

Siempre han acudido a mis llamadas, también me han ayudado para recibir asesoría legal, en el mes de junio me sentía desorientada, pero ahora sé que uno puede mejorar, puede crecer”, agrega mientras que aplauden por la labor de los agentes de dicha comisaría.

El trabajo es sin duda en conjunto, desde las juntas vecinales, la Policía, la Fiscalía y la Municipalidad. El comisario tiene un aliado estratégico, es el encargado de la Demuna de Cayma, Anderson Rodríguez quien vela por la seguridad de la integridad del niño y adolescente.

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“Se tiene que ver la conciliación, pero tenemos que llegar acuerdos como familia, eso tienen que entender los padres de familia. Sirvió de mucho las capacitaciones y sentimos un trabajo más continuo”, afirma.

Esta iniciativa que han tenido los agentes de la comisaría de Casimiro Cuadros también trajo consigo ser semifinalista en un concurso organizado por el Ministerio del Interior “Mi comisaría, mi orgullo” 2021. Esta dependencia es la única de Arequipa que ha llegado hasta la semifinal, en la primera semana de diciembre se debe tener a los tres finalistas.

A través de estas iniciativas y de la labor de todos los agentes involucrados en erradicar la violencia, se puede hacer frente a este problema social que aún es latente en la Ciudad Blanca.

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