El alza de precios de los alimentos ha hecho que en la olla común San Pablo, de la Asociación de Vivienda Ciudad de los Pioneros de la parte alta de Cayma, se reduzcan las raciones diarias de 170 a 150 y se eleve el precio del menú de S/2 a S/2.50.
“Ya no podemos más con esta situación. Antes recibíamos un apoyo mínimo de municipios o donaciones, pero ahora es cero. Estamos organizados hay una junta directiva y la labor es para un fin común, quisiera que se cumpla con el apoyo económico que prometió el Estado”, refirió Gregoria Quispe, representante de la olla común.
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Al igual que Gregoria, diferentes delegadas de ollas comunes de Arequipa se mostraron a favor de la ley que reconoce a las ollas comunes como organizaciones sociales, aprobada el pasado 8 de abril por el Congreso. La norma está expedita para la firma del Ejecutivo y su promulgación.
Permitirá que el Gobierno central les otorgue un presupuesto directo y no mediante los municipios distritales, pues sostienen que el apoyo derivado de los gobiernos distritales fue deficiente.
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Durante el 2020 y 2021, el Gobierno informó sobre la entrega de partidas de más de 200 millones de soles para ollas comunes del país, que se darían por medio de los municipios. Diana Mosonvite, delegada de la olla común Las Furiosas, en Cerro Colorado, explicó que el apoyo económico del Estado se reflejó en entregas, cada cuatro meses, de arroz (10 kilos), menestras (10 kilos), aceite (10 litros), entre otros, sin distinción de la realidad de cada olla. “Nos daban para cuatro meses lo que alcanza para una semana. A la olla que cocina 40 raciones, le daban lo mismo que a la que saca 100″, criticó Monsovite.
En la ciudad, la entrega de productos se dio entre abril y diciembre de 2021. Desde enero de este año, las ollas comunes de Arequipa ya no reciben apoyo de municipios. Grecia Gutiérrez, de la olla común en Jazmines, en Cayma, espera que la norma permita mejoras, pues teme el cierre que hoy principalmente atienen a adultos mayores, madres solteras y personas con discapacidad.