El precio del cobre ha llegado a precios históricos y se espera que este mes cierre a $4.50 la libra; mientras que en promedio anual se va mantener en $4.20. El economista Patricio Quintanilla, recordó que en los años 2010 a 2011 su precio fue de $3.8, mientras que el 2015 y 2016 se registró una precipitada caída llegando $1.90.
El incremento se debe a dos principales razones, la primera es que China es el principal comprador del metal y tiene un crecimiento muy alto que se proyecta de hasta el 10% anual. El otro factor es la demanda que se ha generado por los automóviles eléctricos que se ha convertido en tendencia mundial, además del requerimiento de las empresas internacionales que se dedican a la fabricación de equipos tecnológicos.
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Quintanilla explicó que esta tendencia seguirá hasta el 2022 y es favorable para el país porque va generar el ingreso de divisas y con ello evitar que el precio del dólar aumente demasiado, teniendo en cuenta que en la actualidad ha aumentado, pero es por temas especulativos.
El segundo beneficio será el incremento de las utilidades de las empresas mineras, con ello se tendrá mayor impuesto a la renta mejorando los ingresos del Estado y simultáneamente habrá mayor cantidad de dinero en las transferencias de canon minero para los gobiernos regionales y locales, fondos que son usados en la ejecución de obras.
Riesgos a considerar
A puertas de un cambio de mandatario, Quintanilla recomendó ser muy cautos con el tema económico para no afectar a los pobladores. “Sea cualquiera de los dos candidatos el que ingrese, tiene que ser consciente que no se puede descuidar un sector como este; cualquier ciudadano sensato, presidente o no presidente, tiene que ser consciente que somos un país minero que dependemos de la minería”, remarcó.
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Al hacer un análisis de la situación económica afectada por la pandemia se sabe que el 2020 hubo un déficit del presupuesto publico en casi 10% y se debió a dos razones; por que hubo menos ingresos por impuestos y el Estado tuvo mayores gastos con la entrega de bonos así como gastos en el sector salud que no estaban presupuestados.
“Lo primero que debe hacer el Estado con los ingresos que va tener es cerrar el déficit fiscal que se ha venido acumulando y lo segundo es hacer proyectos de desarrollo para las poblaciones vulnerables que son las más afectadas”, acotó.