Exif_JPEG_420
Exif_JPEG_420

El cierre del cementerio general les dejó un grave problema a las familias que comercian en las inmediaciones del camposanto de Yananaco, pues el negocio no funcionaba bien.

Desde temprano, varios llegaron al cementerio y se encontraron con las puertas cerradas, por lo que no les quedaba otra que orar desde afuera por las almas de sus familiares.

TAMBIÉN PUEDES VER: Beneficencia cambia decisión y cerrarán Cementerio General de Huancavelica desde el 31 de octubre al 2 de noviembre

Sin embargo, el negocio para los comerciantes sí fue complicado, ya que nos indican que no fue como años anteriores, donde inclusive la gente llegaba de a cientos.

“Este año el negocio está bajo, cerrado está el cementerio. Hasta el 30 nomás hemos vendido, del 31 al 2 de noviembre el cementerio está cerrado. Nos afecta”, afirmó Elisa Huamán Clemente, vendedora de flores en la puerta del cementerio.

Acotó que viaja hasta Tarma para traer flores y pide que se vuelva a abrir el Principal Camposanto de Huancayo, ya que la manutención de su familia solo depende de ese ingreso.

TAMBIÉN PUEDES VER: Las ofrendas, una alternativa tradicional para rendir culto a los difuntos ante el cierre de cementerios

Sin embargo, no solo el negocio de las flores se vio afectado, también el de las personas que expenden comida.

“Esperábamos trabajar nomas, pero, con esto que han decretado feriado (y cerrado el cementerio). Pedimos que nos dejen trabajar normal, ahora ni para el alquiler del local alcanza”, dijo Sonia Salazar, quien vende picarones en la puerta del camposanto.

Asimismo, Carlo Roque, quien cocina y vende en el restaurante “Don Pancho”, afirmó que este año no se gana como antes, debido a que la afluencia no es la misma.

TAMBIÉN PUEDES VER: Fiscal recuerda que sigue vigente prohibición de visitas a cementerios

“La feria está lenta, no es como otros años que era más bonito y las familias venían en cantidad, ahora vienen de dos en dos, de tres en tres”, afirmó Carlo Roque.

Dijo que, a golpe de una, ya había vendido cerca de medio millar de platos, sin embargo, en estas condiciones, solo llegó a un centenar; es decir, la quinta parte de lo que se esperaba.