Durante una supervisión inopinada realizada por la Defensoría del Pueblo, detectaron carencias y deficiencias en las comisarías sectoriales de la región.

Entre las principales falencias detectadas, se encuentra la falta de patrulleros y equipamiento, así como el deterioro de la infraestructura de las salas de meditación, lo que pondría en riesgo el adecuado servicio que prestan a la población.

Este operativo lo realizaron a fin de constatar cómo realizan la atención a la población a fin de buscar mejoras.

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La situación más crítica la encontraron en la comisaría de Castrovirreyna, donde encontraron que hace tres años no tienen patrulleros operativos.

Mientras que, en la celda, también conocida como “sala de meditación”, encontraron que es un espacio único para varones y mujeres, además, no es apto para acoger a menores infractores.

Por si fuera poco, el inodoro se encontraba desaseado, el colchón en mal estado. En esta comisaría vieron que el material de escritorio y la única impresora con la que cuentan son insuficientes.

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De la misma manera, en la comisaría de Lircay, Angaraes, revisaron que los colchones de la celda también estaban en mal estado, el baño no tiene retrete y el ambiente se encontraba totalmente sucio.

Constataron que registraron dos quejas en el Libro de Reclamaciones, pero que una de ellas no fue atendida.

En la dependencia policial de Churcampa confirmaron que el Libro de Reclamaciones no se adecúa al formato que señala la norma.

De la misma manera, cuando llegaron a la comisaría de Acobamba hallaron que, de las dos unidades móviles asignadas, una se encuentra inoperativa y la otra presenta fallas en el motor, dejando en riesgo de poder llegar adecuadamente a atender alguna emergencia.

Según informó la Defensoría, en esta comisaría tampoco cuentan con material de escritorio, no hay personal de limpieza, por lo que los mismos efectivos deben tomar las escobas para realizar esta importante labor.

Al igual que en Churcampa, la sala de meditación acobambina no tiene ambientes diferenciados para varones y mujeres, además, los dos colchones que tienen se encuentran en mal estado.

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En la comisaría de Huaytará, solo tienen un patrullero, el cual no puede recorrer rutas largas, siendo un riesgo ya que la mayor parte de su territorio es zona rural.

Esta dependencia sí cuenta con celdas que tienen ambientes diferenciados, pero, las condiciones que tienen no son las adecuadas, ya que solo cuentan con dos colchones sucios, deteriorados y un servicio higiénico con letrinas sucias.

De otro lado, la Comisaría Sectorial de Pampas también tiene el colchón de la celda en pésimo estado, el silo sucio y carece de espacios diferenciados por sexo, mientras que en su Libro de Reclamaciones se registra una queja del año 2021, la cual no fue atendida.

De la misma manera, durante la supervisión que realizaron a la Comisaría de Familia de Huancavelica se verificó que cuenta con un patrullero, el cual está inoperativo dos días antes de la supervisión, por lo que deben solicitar apoyo a otras unidades policiales.

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La celda que tienen la comparten con la Comisaría Sectorial de Huancavelica y que el personal policial lleva sus propios equipos de cómputo al tener insuficientes.

El jefe de la oficina de la Defensoría del Pueblo en Huancavelica, Roly Bazán Zelada, instó a la institución policial a gestionar la dotación de los recursos necesarios, sobre todos las unidades para el patrullaje, a fin de que estas dependencias policiales cuenten con las condiciones mínimas para el cumplimiento de sus funciones de protección a la población.

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