Primitos de 3 años caen de una azotea de casa de tres pisos sin barandas y uno muere

Los dejaron solos por unos 4 minutos, Dyland y su primito Eitan , jugaban en la azotea que no tenía barandas, eso fue fatal. Los pequeños cayeron desde una altura de 15 metros a un terreno de piedras y el pequeño Dyland S.S. (3), murió cuando era intervenido quirúrgicamente. Ayer, cerca del mediodía, ocurrió el trágico hecho. Los niños jugaban en el tercer piso de su vivienda ubicada en la Av. Ferrocarril y Jr. Libertad en el distrito de Chilca. Según los acongojados familiares, el padre de Dyland, los dejó solos por un momento para ir a la tienda a comprar y cuando regresó, otro menor que jugaba también en la azotea, les contó que los primos cayeron sobre las rocas.

MIRA ESTO: Cantante le dedica santiago a policías que lo ayudaron a recuperar sus fustanes

Rápidamente los familiares asistieron a los niños, evacuándolos al hospital El Carmen. Lamentablemente, el pequeño que soportó toda la caída fue Dyland quien falleció 4 horas después de ser auxiliado.

A pesar que los médicos lo estabilizaron y le pusieron una unidad de sangre, el menor Dyland S.S. de 3 años, luego de ingresar a la sala de operación con el médico Amaro del hospital El Carmen, no resistió y falleció. Trascendió que había perdido mucha sangre y su estado de salud era reservado.

En tanto, su primo E.H.S. de 3 años pasará a hospitalización, pues presenta un corte y hematomas leves, tras la tomografía realizada por los galenos. De acuerdo a las indagaciones, los dos menores se encontraban bajo la responsabilidad del padre de Dylan quien salió de su vivienda por 5 minutos, dejando a los pequeños en la azotea del tercer piso y fortuitamente cayeron al vacío al no existir barandas.

MIRA ESTO TAMBIÉN: Madres de jóvenes que perdieron un ojo durante protestas en Huancayo, lloran porque no alcanzan justicia

Otro niño que también estaba en la azotea fue testigo del hecho. Sollozando, los familiares contaron que Maritza Saenz, madre del niño fallecido trabaja en Ayacucho y dejó a su engreído al cuidado de sus tíos. Hasta antes de conocer del deceso, sus parientes rezaban en la puerta del hospital, pidiendo que salven al niño. Tras la trágica noticia, todo era desconsuelo, la familia lloraba, lamentando el final del pequeño que era alegre y cariñoso.