En el anexo de Cochas Grande, en el distrito de El Tambo (Huancayo), existe un parque natural con gran potencial turístico que estaba oculto a la población y alberga siete parajes, cada uno de los cuales cuenta una historia diferente y están relacionados con la naturaleza.
Los cerca de 1500 pobladores del lugar buscan impulsar este proyecto de la mano con la municipalidad para atraer turistas.
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Leyendas los rodean
El Parque Turístico de las Siete Leyendas, está conformado por siete parajes, que cuentan una leyenda distinta, por donde los visitantes podrán recorrer conociendo los atractivos que la naturaleza ha puesto en este sector y que los lugareños cuentan la historia que se cierne en cada lugar.
El primer paraje es Cachipata, denominado así porque los viajeros que pasaban por esta zona cuando descansaban y almorzaban o comían su merienda, dejaban sal en el lugar y el ganado que pastaba por ahí la lamía.
El segundo es denominado Amaru Pozo, de este lugar cuentan que antiguamente se produjo un fenómeno natural un día en el que tronaba fuertemente , un ratón y serpiente subían hacia el cielo por una nube, desde ese día quedó un pozo gigantesco y a la fecha se mantiene.
El tercero es el paraje Silla Wanka, otro atractivo donde las personas que se trasladan descansan en la roca que tiene la forma de una silla, por lo que quedó con en ese nombre, ya que este lugar es de descanso.
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El cuarto paraje es La Cuerva del Tesoro, un punto, donde podemos encontrar una cueva, pero que se desconoce la profundidad. Algunos cuentan que tendría una salida por Paccha casi llegando a Suitucancha, pero que a la fecha no se ha comprobado ya que al avanzar se pierde el oxígeno.
El quinto es el Paraje Muchca, en donde hay piedras con hoyos. La leyenda cuenta que fueron formados como copas y tazones donde las aguas de la lluvia se almacenan para que los animales puedan beber.
El sexto es Muchca Uclo, el mismo que fue denominado así por que había un santuario del Pagapu, donde los lugareños realizaban sus rituales.
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El séptimo es Chiche Puquio, en cuyo lugar se encuentra un manantial donde hay espinas. De la parte inferior brota el agua cristalina, siendo conocido como el manantial de la suerte y el deseo. Según cuentan, aquel que se lava con esta agua, se le cumplen los deseos.
La municipalidad de El Tambo viene proyectando realizar trabajos para la apertura de vías, para que los visitantes puedan llegar al lugar.
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