El alcalde de Trujillo, Arturo Fernández Bazán, hasta ahora no ha presentado pruebas que respalden sus cuestionamientos contra el general de la Policía y director de la Tercera Macro Región Policial de La Liberta, Augusto Ríos Tiravanti.
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Sin embargo, Fernández sigue señalando al oficial y no se cansa de insultarlo.
Ayer tuvo la oportunidad de tenerlo frente a frente en la Prefectura Regional y responder, pero prefirió no acudir a la cita.
No da la cara
La subprefectura regional convocó a Augusto Ríos Tiravanti y al alcalde Arturo Fernández para que concilien en torno a la solicitud de garantías personales presentada por el director policial.
La cita estuvo programada para las 10 de la mañana, sin embargo, solo se presentó el oficial, pero evitar dar declaraciones a los medios de comunicación. En tanto, Arturo Fernández insiste en que el Ministerio del Interior tendría que destituirlo de una vez y enviarlo fuera de la región La Libertad.
“El día de hoy (ayer) tendremos la primera reunión entre la prefecta, el coronel designado de Lima, otras autoridades y mi persona para asumir el rol del general”, dijo Fernández.
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El proceso
Misao Chang, subprefecta de Trujillo, aseguró que el alcalde tendrá tres días para responder ante lo planteado por el general Augusto Ríos. Asimismo, precisó que en 15 días hábiles confirmarán, si otorgan o no, las garantías personales al oficial.
“El alcalde de Trujillo tiene un plazo de tres días hábiles para brindar sus descargos, no importa si no ha llegado a esta cita. Después de ese plazo se va a evaluar si se puede estimar o desestimar las garantías personales solicitadas por el general, quien hoy ha traído las pruebas, pero todavía no se han revisado”, afirmó.
El general ya querelló a Arturo Fernández Bazán por el delito de difamación.