Indignación y muy poca gracia ha provocado en un sector de la población César Acuña Peralta, gobernador de la región La Libertad, al referirse a su más reciente adquisición: un lujoso auto de la marca Bentley que estaría valorizado en más de un millón de soles.
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“Creo que haber trabajado 43 años y darse un gustito con su trabajo está bien. Creo que lo merezco. Lo importante es que no es producto de la corrupción, no es producto de negociar obras, es producto del esfuerzo del trabajo”, explicó.
Es más, Acuña bromeó con la posibilidad de adquirir otro bien.
“Quizás no me voy a quedar ahí y me compro algo más, una avioneta”, dijo entre risas.
Una cachetada a la pobreza
Sin embargo, para Gerardo Reyes Torres, presidente de la Asociación de Alcaldes Vecinales de Trujillo, el proceder del gobernador no es para generar risas, sino indignación.
“Eso refleja que tenemos una autoridad poco empática y que está de espaldas a la población; es decir, ha agarrado a cachetadas a la población. El señor tiene, como todo ciudadano, derecho de adquirir los lujos que quiera. No hay ningún problema, pero debe tener un perfil bajo. Fíjate, esa es la respuesta que les da al sector salud, al sector educación, que tantas carencias tienen; a los mismos ciudadanos que no cuentan ni siquiera con servicios básicos”, manifestó.
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Falsa moral
Mónica Sánchez Minchola, coordinadora del Observatorio Ciudadano de La Libertad, también se pronunció al respecto y dijo que César Acuña puede hacer con su dinero lo que le plazca.
“El detalle es que siendo político y pretendiendo dar una imagen de ser correcto, de luchar contra la corrupción, de criticar el aumento de congresistas, resulta ser peor que lo criticado. Esto evidencia una falsa moral y una gran hipocresía”, acotó.
