El descontrol en el transporte público es grave en Chiclayo, pero le da chances a la corrupción.
El descontrol en el transporte público es grave en Chiclayo, pero le da chances a la corrupción.

Choferes informales pagaron sumas de dinero para que sus paraderos no sean intervenidos por la Policía de Tránsito en .

Las coimas o dádivas también tuvieron como objetivo erradicar a la competencia. No importaba si esta era igual de informal.

Estos hechos fueron dados a conocer durante una audiencia de apelación, para analizar un recurso del teniente PNP, Luis Miguel Salcedo Usquiano, quien se encuentra prófugo de la justicia hace más de un año por el denominado caso ‘Los rápidos del norte’.

Pese a su complicada situación, Salcedo busca que el Poder Judicial deje sin efecto una orden de captura en su contra, emitida en un fallo de prisión preventiva.

Sin control

El vacío dejado por la , fue aprovechado por la corrupción.

De acuerdo a los testimonios registrados este año por la Fiscalía, en las inmediaciones de las calles Balta y Arica funcionaron dos paraderos informales de colectivos para la ruta Chiclayo- Ferreñafe, pero en el afán por conseguir pasajeros, un grupo de transportistas optó por pagar a malos agentes del orden.

“También quiero indicar que en ocasiones el teniente Salcedo Usquiano nos enviaba a erradicar al paradero informal de colectivos de la línea de Ferreñafe, que se ubicaba en la calle Balta, a la altura del kiosko, el cual se encontraba a cargo del señor Prada. Esta erradicación se debía a que el teniente en mención recibía la bolsa (dinero) por parte del encargado del paradero de colectivos de la misma ruta que se ubica en la calle Arica (esquina de la galería Ivanlika). De dicho paradero nunca he recibido dinero, solo tenía conocimiento que el teniente tenía a cargo el paradero de la calle Arica”, detalló uno de los testigos.

Después de un tiempo esta situación habría sido muy conveniente para el investigado Salcedo, quien fue el segundo al mando de la Unidad de Tránsito y Seguridad Vial de la PNP, pues del otro lado accedieron a entregarle sobornos.

Y ello quedaría evidenciado con la declaración de Jesús Manuel Prada Chumán, quien indicó a los fiscales lo siguiente: “Realicé dichos yapes al oficial Luis Miguel Salcedo Usquiano, a quien conocí cuando le hice transporte y él me dijo que era de la Policía de Tránsito, diciéndome que nos podía ayudar para poder realizar nuestras actividades sin que nos intervengan. Para eso teníamos que dar una cuota mensual. No recuerdo si fueron 400 o 600 soles. Me indicó que esa suma se iba a repartir con el jefe de Tránsito. Entonces, en representación de mi paradero, yapeaba al oficial dichas sumas de dinero, las cuales realicé alrededor de cuatro meses”.

Ello se complementa con la información proporcionada por exagentes, denunciados por este caso, a través de la cual se advierte que en la Unidad de Tránsito habría existido un equipo operativo para el cobro de coimas a choferes informales, a los cuales se cobraba desde S/20, y así a las manos de Salcedo llegaban S/240 diarios.