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De seis balazos, dos sicarios asesinaron al obrero Ángel Sabalú García (43), cerca de su inmueble del centro poblado de Santa Elena Alta, en el distrito de Querecotillo, en Sullana, según la Policía, por el dominio de las obras en la jurisdicción.
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A sangre fría
El crimen ocurrió cerca de las 9:30 de la noche del lunes, cuando Sabalú, que hace unos años fue intervenido por la Policía, había salido de su casa y cuando caminaba a pocos metros, fue interceptado por dos hombres a bordo de una motocicleta.
Según las primeras investigaciones, fueron cerca de dos cacerinas que los criminales le dispararon a Sabalú, donde la mayoría le cayó en la cabeza, pecho, brazos y otras partes del cuerpo que acabaron con la vida del obrero. Los hampones fugaron con destino a la carretera a Alamor.
Familiares y amigos fueron quienes lo auxiliaron y junto a agentes de Serenazgo de Querecotillo, lo trasladaron al Hospital de Apoyo II, donde los médicos certificaron que había llegado sin vida.
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El jefe de la División Policial de Orden Público y Seguridad (Divopus) de Sullana, coronel PNP Manuel León Pairazamán, señaló que el móvil del crimen se trataría de un presunto ajuste de cuentas.
“Lamentablemente sería un tema de venganza o represalia por el dominio y la supremacía en el caso de obras”, dijo el oficial León.
