La pandemia de la COVID-19 no solo ha dejado secuelas físicas, sino también heridas emocionales sobre todo en los menores. (Foto: Archivo GEC)
La pandemia de la COVID-19 no solo ha dejado secuelas físicas, sino también heridas emocionales sobre todo en los menores. (Foto: Archivo GEC)

La pandemia de la COVID-19 no solo ha dejado secuelas físicas en la población de Tacna, si no también ha causado estragos en la salud mental de más de 2,300 escolares. Así lo expuso la responsable de la Estrategia de Salud Mental y Cultura de Paz de la Red de Salud Tacna licenciada Leina Amalia Portugal al exponer la estadística sobre las atenciones prestadas a los niñas, niños y adolescentes en la región de Tacna.

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Los datos fueron vertidos en la IV Reunión del Comité Regional Multisectorial 2022 que se realizó en el auditorio del Instituto Francisco de Paula Gonzales Vigil el pasado 30 de junio. La especialista indicó que para detectar trastornos del comportamiento, que comprenden problemas de ansiedad, depresión, problemas de conducta, trastornos del aprendizaje, riesgos de lesión y problemas con los padres, se tamizó a 1,734 escolares en el 2021 y a 1,495 de enero a mayo del 2022.

Trastornos del comportamiento

En el 2021 se identificó a 1,464 estudiantes con trastornos del comportamiento y de enero a mayo del 2022 se diagnosticó a 837 menores. En cuanto a escolares con problemas de depresión y ansiedad se detectó que 217 casos de los cuales 21 eran niños, es decir entre los 5 a 11 años, mientras que en el 2022 se diagnosticaron 91 casos, incluidos 5 niños. “La población se preguntará como un niño de 5 años puede tener problemas de ansiedad pues estos son los estragos que ha causado la pandemia de la COVID-19″, señaló la especialista.

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La licenciada alertó sobre la necesidad de tratar oportunamente estos problemas ya que de no ser tratados a tiempo la depresión y ansiedad pueden desencadenar en conductas suicidas. Alertó que en 2021 se atendieron a 16 escolares con conductas suicidas y en el 2022 a un total de 8 estudiantes. Indicó que los casos de moderados a graves son tratados en los centros de salud comunitaria, mientras que los casos leves son llevados en todos los centros de salud.

Portugal señaló que estos problemas en los menores y adolescentes no se resuelven con uno o dos meses de tratamiento. “En el mejor de los casos puedes tardar un año y a veces hasta dos”, subrayó.

Consumo de alcohol

En cuanto a consumo de alcohol, en el 2021 se tamizó a 1,154 menores, identificándose 17 casos; y en el 2022, de enero a mayo, fueron intervenidos 931 escolares encontrándose 19 casos de escolares que consumían alcohol o un tipo de droga. Destacó que la salud mental es fundamental para una educación integral y que un problema así no se origina por sí sola, sino que nace a raíz de un evento traumático.

Por otra parte expuso que de 23,048 niños y adolescentes atendidos se encontró 246 casos de maltrato y de 14,898 menores atendidos en el 2022 se registraron 115 menores que sufrieron maltrato. En cuanto a violencia sexual en 2021 atendieron 161 casos y en lo que va de enero a mayo de este año un total de 68 casos.