Imagínese morder un pequeño chocolate en forma de teja y que su boca se llene de sabores a ceviche, carapulcra e incluso picarón. Renato Gordillo, el joven chef egresado de la carrera de gastronomía de la Universidad Cordon Bleu, replantea en su marca Renacer el concepto de una chocoteja tradicional y las convierte en un dulce gourmet donde sabores poco convencionales para un pequeño chocolate se vuelven una experiencia única e inolvidable.
Lo que comenzó como un emprendimiento personal, donde la familia fue el principal apoyo, es hoy un negocio donde trabajan varias personas. Su obsesión por “reinventar” la chocoteja, como menciona Gordillo, viene de hace varios años. Un dulce tradicional que los peruanos aman y ven cotidiano pero, ¿por qué no revalorizarla y verla como un lujo, dándole el lugar que tanto se merece?.
Es así que en el 2020, a pesar de los problemas que trajo la pandemia, Renato decide continuar con la idea y lanza “Renacer”, un proyecto cuyo nombre evoca al renacer de la marca en la adversidad de la pandemia, de la chocoteja peruana y también un renacer personal.
HISTORIA. “Comenzamos buscando brindarle a la gente en casa, que no podía ver a su familia y amigos, una pequeña dosis de felicidad y optimismo; hoy seguimos llevando esa dosis de felicidad a los hogares peruanos”. Semana a semana llegan pedidos vía redes sociales de sus propuestas.
Hay un menú fijo que se vende todo el año y otros que cambian de acuerdo a temporada, fechas especiales o sabores que el chef crea por temas específicos.
Son menús con fecha de duración y deben reservarse con anticipación ya que se acaban. Es así que entre sus creaciones encontramos la línea fija ¨Renacer¨ con sabores como ¨Emoción¨ de caramelo salado, vainilla y oreo; ¨Resiliencia¨ de pie de limón o ¨Descubrir¨ de frambuesa y vainilla. Cada línea viene con seis sabores diferentes y se pueden adquirir en cajas de 6 o 12 chocotejas. Vienen acompañadas de un mensaje ilustrado y personalizado que puede encargarse a pedido. La última línea exclusiva en ver la luz es la ¨Típica¨ donde encontramos sabores como papa a la huancaína, ceviche o lomo saltado.
Actualmente Gordillo viene preparando una con motivo de la llegada del mes morado donde los sabores aluden a nuestras tradiciones esas fechas. Turrón de Doña Pepa, picarones, carapulcra o palo santo son algunos de los sabores que podrán encontrar las próximas semanas. Como bien explica Gordillo, para él la chocoteja es el lienzo y a través de ellas transmite distintos mensajes. Cada temporada cambian de menú, tal cual lo hace un restaurante, y cada menú cuenta una historia distinta.
Producen semanalmente y el ensamblaje de cada sabor demora entre tres y cuatro días, entre que pintan el chocolate, desmoldan, y luego rellenan los sabores. Un trabajo artesanal que se hace con mucho cariño y cuidado. Trabajan con chocolate 100% de origen peruano proveniente de Cusco. Sin duda alguna, una marca llena de creatividad y detalle que busca endulzarnos la vida de sabores únicos. No dejen de probar la colección que se viene, estoy segura les va a encantar.