Una coctelería de alta calidad está acompañada de una cocina que complementa  las bebidas.
Una coctelería de alta calidad está acompañada de una cocina que complementa las bebidas.

Alonso Palomino y Gabriela León apuestan por un espacio en Miraflores donde no sólo se disfruta de una coctelería de alta calidad sino que está acompañada de una cocina que complementa cada una de las bebidas de manera óptima y adecuada. Pequeños bocados que elevan un paso más la experiencia de visitar Lady Bee, el nuevo local de moda en Miraflores con una amplia fachada abierta a la calle. Puede ser una tosta con erizos o un tomate servido con helado, la carta está en constante evolución y lo que encuentres un día puede no estar mañana. La experiencia de estar en Lady Bee comienza desde que uno se sienta y lo invitan a abrir ese cajón oculto debajo de la barra donde cubertería, servilletas y carta hacen que percibas que será una noche distinta y entretenida. Otra cosa que llama la atención en este local, es que la barra no está llena de botellas con etiquetas conocidas. La estética del espacio es limpia, y hasta podríamos decir que con toques nórdicos donde el minimalismo es parte del local. Madera, cemento pulido, cerámica, todo perfectamente cuidado para no desentonar. Pero se preguntarán de dónde nace el nombre Lady Bee, y qué mejor idea la de Palomino y León que fusionar los nombres de dos de sus cócteles favoritos: White Lady y Bee’s Knees. Dos cócteles clásicos hechos con sólo tres insumos, el primero con ginebra, Cointreau y jugo de limón; el segundo comparte el ginebra y el jugo de limón pero agrega miel a la mezcla. En el cóctel con el nombre de la casa, estas recetas se unen, en una bebida que se sirve en un vaso especialmente elaborado por la ceramista peruana Kiara Hayashida y que decora obviamente una abeja.

PROPUESTA. La fórmula es simple y fuerte, producto peruano de alta calidad, usado siempre en temporada para que esté en su mejor momento, todo hecho con productos de trazabilidad comprobados desde el origen, mucha técnica y sobre todo trabajo en equipo. El resultado, un bar gastronómico donde los cócteles y la comida maridan de manera perfecta y el trabajo en equipo se siente en cada paso que dan. Gabriela, sólida en la cocina; y Alonso Palomino junto a su colega Alejandra Leon ( quién también es la manager del local) y Hanss Abarca en la barra.

Las bebidas se elaboran con insumos de temporada que van cambiando a lo largo del año. Es así que encontramos manzanas con pisco de uva Torontel, plátano perita con ron añejo, palillo con cañazo, aceitunas con pisco de Uvina, entre otros.

Dentro de los nombres más conocidos, están el mai tai, pisco punch, negroni muy bien elaborado, bloody Mary, si duda de mis favoritos, o el capitán que en este caso lleva un toque de café y se acompaña con un flat wash de pato criollo curado. El Dry Martini se sirve con tosta de pan de masa madre con erizo y es una delicia. La atención es impecable y sin duda recomendamos dejarse llevar por las recomendaciones de la casa que estamos seguros les van a encantar.

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