A raíz de la pandemia las terrazas se han vuelto uno de los espacios más cotizados por los limeños. Grandes azoteas con buen ambiente, coctelería de vanguardia y una propuesta gastronómica atractiva; cómodas y amplias terrazas donde pasarlo bien siempre con buena compañía. Barranco tiene varias opciones así y una de las últimas en abrir sus puertas ha sido Otto, la terraza de Casa Wynwood, una hermosa casa barranquina recientemente remodelada, que funciona como hotel boutique, y está decorada como recién salida de una revista. Pero Casa Wynwood y Otto, son mucho más que un espacio instagreameable.
Perfecto para una escapada a la hora de almuerzo, after office con los amigos o una noche divertida, el restaurante de la nueva Casa Wynwood tiene una carta elaborada con insumos de estación, hecha íntegramente por el chef Marco Salinas. El cocinero formado en los fogones de Félix Brasserie y Siete restaurantes junto a Rafael Osterling y Ricardo Martins, lleva a Otto una propuesta sabrosa, confortable, delicada y de muy buen gusto.
La carta se divide en cinco partes, primero encontramos “el mar” donde un ceviche de la casa, fresco, elegante y acompañado de crujientes tortitas de choclo empieza la carta. Las almejas se sirven en emulsión de boquerón, limo confitado y aceite rojo de ajíes. Las conchas provienen de la bahía de Paracas, llevan ají fermentado y leche de tigre. Las gambas vienen con mantequilla quemada y acompaña con un side de pan tostado perfecto para remojar en sus jugos. La “ensalada” es de kale y crema de nueces, acompaña trigo tostado, limón, parmesano y cebollas encurtidas. Los “sanguches” son tres y si pueden prueben todos ya que son una tentación que no deben perderse. El char siu, está hecho con panceta Duroc, abundante tártara de la casa, verdes y un suave burger bun. El Brisket está hecho con carne de res marinada en especias, relish de piña golden y cheddar. El kimcheese lleva kimchi, maasdam y chimichurri de perejil. Las pastas son dos, una de pomodoro y la otra unos pappardelle al ragú de asado; ambas hechas desde cero en el local. El postre de la casa es la tarta de quesos locales que recomendamos probar, suave y con esa textura que encanta a más de uno. Una dulce manera de cerrar esta experiencia. Todo está íntegramente elaborado en casa, desde las carnes hasta las salsas. Marcos Salinas ha sabido optimizar al 100% el pequeño espacio de esta encantadora cocina.
La carta de cócteles es otra historia y vale la pena resaltarla. Jack Contreras Roca es el encargado y no sólo contiene los clásicos de siempre como El Capitán o un delicioso Old Fashioned, sino que ofrece una barra generosa con cócteles de autor. Los cócteles de la casa son ocho y están muy bien balanceados y elaborados. El Coffee Negroni es un clásico del local, elaborado con Paradiso Cold Brew, Cinzano 1757, Campari y Gin. El Golden Hour lleva Ron Flor de Caña 7 años, Campari, Piña Golden y un punto perfecto de tomillo. Y si buscan algo más fresco el Contreras lleva pisco Italia, Amaro Lucano, Noilly Pratt y Mezcla. Hay mucho más por probar, así que dénse una vuelta y déjense llevar por este maravilloso espacio que estamos seguros les va a encantar.