“No importa los años que hayan pasado, ni la cantidad de restaurantes que tenga, llegamos a comer a Picnic la primera semana y Rafael está allí”, escribe Jimena Agois, periodista y fotógrafa gastronómica.
“No importa los años que hayan pasado, ni la cantidad de restaurantes que tenga, llegamos a comer a Picnic la primera semana y Rafael está allí”, escribe Jimena Agois, periodista y fotógrafa gastronómica.

En el 2022 Rafael Osterling cerró Félix Comedor y anunció la próxima apertura de Picnic.

Una versión más íntima de Félix, que pasaba de sentar a 140 comensales (nunca le gustaron los espacios tan grandes) a 55, sin contar los 12 puestos del bar. Picnic es pequeño pero el toque de Rafael se siente en cada esquina. A pesar de ser un semisótano, el espacio tiene una hermosa luz que llega desde la amplia terraza hasta el fondo del salón. Una propuesta de cocina confortable, descontracturada pero elaborada con una técnica impecable, excelente producto y muy bien ejecutada, donde los sabores de Félix se recuerdan, pero adquieren su propia personalidad.

No importa los años que hayan pasado, ni la cantidad de restaurantes que tenga, llegamos a comer a Picnic la primera semana y Rafael está allí, con el estrés y la adrenalina de una apertura, entre la cocina y el salón a tope, codo a codo con su equipo, atendiendo a sus comensales con la sonrisa y buena onda de siempre.

Su trayectoria es incuestionable, abrió Rafael, su restaurante insignia que este año celebra sus 24 años siempre a lleno total, y diez años después llegó Mercado, la cevichería de Mendiburu en la que vuelan las reservas y hay que hacer cola para entrar. Picnic es su última iniciativa. Ubicado en San Isidro, exactamente en Tudela y Varela, a pocos metros de Dasso, y donde el público local lo ha recibido con mucho entusiasmo.

Apenas han pasado unos meses desde la apertura, y como en sus otros dos restaurantes, el comedor está lleno cada vez que hemos visitado el local. Lo mismo sucede con Rocco, el italiano que abrió hace un año y del que les hemos hablado ya en este espacio.

Lukas Sifuentes está al mando de esta nueva propuesta. Es uno de los cocineros que trabaja con Rafael, junto a Gian Carlo Cornejo en Rafa y Sebastián Vergara en Rocco. A la cabeza de todo está Rodrigo Alzamora, compañero de trabajo, amigo y desde hace cinco años también socio en varios de sus locales, en Lima y Bogotá. La fórmula de Picnic es sencilla: platos conocidos, familiares, sabrosos y sin complicaciones.

La carta es concreta, veinte platos salados y cinco postres, algunas recomendaciones de la semana como en todos sus locales.

Comenzamos la visita con el pollo coreano, de nuestros favoritos en Félix y con el que nos reencontramos en Picnic con algún twist. Crujiente, dulce, ácido y con el toque picante perfecto. Las empanadas Cafayate están rellenas de ossobuco y las acompaña un alioli de rocoto muy bueno. Continuamos con la straciatella de la casa viene con arvejas, espárragos y pan focaccia para acompañar. Los taco baja california, vienen dos, de cochinillo y barbacoa están muy buenos, igual que las gambas brasa thai con curry, cardamomo y limón kaffir. El ceviche es correcto, pero las tortitas de choclo podrían ser un poco más crujientes. En los fondos probamos la generosa hamburguesa, la pesca Curry Thai con plátano asado, la schnitzel de pollo, crujiente y contundente. La acompaña un suave y cremoso puré de papá, un regreso a casa en cada bocado.

Los postres comparten la misma hoja de ruta, y Annia Ortíz cada día sorprende más. Delirio de Cioccolato para los amantes del cacao, con nueces y helado de leche hecho en casa. O el NY cheesecake, clásico con la salsa de frutos rojos.

El servicio es amable y correcto y la carta de bar una parte muy importante en la propuesta, les recomendamos probar el negroni picnic que estamos seguros les va a gustar.

Picnic club

  • @picnicclub.pe
  • Tudela y Varela 191 San Isidro
  • Reservas 948335180
  • Lunes de 7pm a 10.30pm
  • Martes a sábado de 1pm a 3pm y de 7pm a 10.30pm

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